Kosovo anunció el miércoles su solicitud de ingreso en el Consejo de Europa, lo que provocó la indignación de Serbia y la advertencia de una “respuesta contundente”.
La ministra de Asuntos Exteriores de Kosovo, Donika Gërvalla-Schwarz, hizo el anuncio en una declaración en vídeo, diciendo: “Hoy se abre un nuevo capítulo para Kosovo en el Consejo de Europa”.
“Kosovo es el país más democrático, más proeuropeo y más optimista de la región. Por ello, Kosovo merece ser miembro del Consejo de Europa lo antes posible”, dijo Gërvalla-Schwarz. “Con ello, se refuerzan los derechos fundamentales de los ciudadanos kosovares y se garantiza la accesibilidad a las instancias europeas”.
En respuesta al anuncio de Kosovo, el Presidente serbio Aleksandar Vucic convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para el viernes por la mañana, en la que dijo a los periodistas que Serbia había pisoteado el Acuerdo de Bruselas durante 10 años y que ahora estaba pisoteando el Acuerdo de Washington y la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Aunque Kosovo acordó, como parte del Acuerdo de Washington, una moratoria de un año para solicitar la adhesión a organizaciones internacionales, ha pasado más de un año desde septiembre de 2020, cuando se firmó el acuerdo, lo que significa que la moratoria ha terminado.
La resolución 1244 del CSNU pretendía resolver el conflicto de Kosovo en 1999 con el despliegue de presencias internacionales civiles y militares en Yugoslavia y el establecimiento de la Misión de Administración Provisional de la ONU en Kosovo. Kosovo adoptó una declaración de independencia en febrero de 2008 y pasó a ser responsable de su propio gobierno en 2012.
Vucic subrayó que Serbia no reconocerá la independencia de Kosovo y que “nuestra respuesta debe ser inteligente y sabia, para preservar la paz y la estabilidad, para ser firmes, fuertes y persistentes en la protección de nuestros intereses en el deseo de alcanzar una solución por compromiso y respetar lo que se ha firmado”, según la agencia de noticias serbia Tanjug.
El presidente serbio añadió que la solicitud tendría efectos adicionales en las relaciones en la región y crearía problemas. Vucic cuestionó además quién convenció a Kosovo para que presentara ahora una solicitud de ingreso en el Consejo de Europa.
Vucic también declaró que Kosovo ha recibido el apoyo de Estados Unidos para unirse a la Asociación para la Paz de la OTAN y afirmó que Estados Unidos quiere que Serbia reconozca a Kosovo. Según Tanjug, el presidente serbio se quejó de que “todo el mundo piensa que tiene derecho a crear la política serbia y que, de acuerdo con las necesidades e intereses diarios, tiene derecho a ordenar cómo se comportará Serbia y que no necesita un presidente como [Vucic]”.
El martes, Vucic declaró que Serbia luchará para que más países retiren su reconocimiento de Kosovo y afirmó que está claro en el mundo actual que el único principio que se aplica es que no hay principios, según Tanjug. “Están aboliendo completamente el orden jurídico internacional. Será interesante ver quiénes de los que juran respetar el derecho internacional lo apoyarán. Tendremos una respuesta y sabremos cómo proteger con fuerza a nuestro país”.
La semana pasada, el presidente serbio advirtió que si Kosovo presentaba una solicitud de ingreso en el Consejo de Europa “nuestra respuesta será más contundente de lo que piensan. No se tratará de anuncios y armas, sino de ofensivas diplomáticas y políticas, nada más, pero mostraremos los dientes”.
Kosovo necesitará que 31 de los 46 miembros del Consejo de Europa apoyen su solicitud para que sea aceptada. Hasta ahora, 34 miembros han reconocido a Kosovo como país independiente.
Rusia se ha opuesto a menudo a los esfuerzos de Kosovo por ingresar en organizaciones internacionales, pero en marzo abandonó el Consejo de Europa después de que la organización votara a favor de excluir a Rusia de la misma debido a su invasión de Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores de Kosovo advirtió en una entrevista con The Jerusalem Post a principios de esta semana que la guerra de Rusia en Ucrania podría envalentonar a Serbia para actuar militarmente contra Kosovo.
“Nos preocupa que los Balcanes puedan ser el próximo punto caliente”, dijo. Esta guerra ha transmitido el mensaje de que “las fronteras y los problemas étnicos” vuelven a estar a la orden del día, añadió. “En los Balcanes hablar de fronteras y cambiarlas siempre ha sido un asunto de guerra”, dijo Gërvalla-Schwarz.
La semana pasada, Kosovo e Israel firmaron en Jerusalén una serie de acuerdos bilaterales para reforzar la cooperación en diversos ámbitos, como la cultura, la educación, la ciencia y la coproducción cinematográfica.