WASHINGTON – Los investigadores estadounidenses creen que alguien a bordo estrelló deliberadamente un vuelo de China Eastern en marzo, en lo que fue el desastre aéreo más mortífero de China en décadas, informó el martes el Wall Street Journal.
El vuelo MU5375 de China Eastern viajaba de Kunming a Guangzhou el 21 de marzo cuando se precipitó inexplicablemente desde una altura de 29.000 pies contra la ladera de una montaña, matando a las 132 personas que iban a bordo.
Las llamadas cajas negras de datos de vuelo recuperadas en el lugar fueron enviadas a Estados Unidos para su análisis.
Esos datos muestran que alguien -posiblemente un piloto o alguien que había entrado por la fuerza en la cabina- introdujo órdenes para que el Boeing 737-800 cayera en picado, según el Wall Street Journal, que citó a personas familiarizadas con la investigación.
“El avión hizo lo que le ordenó alguien en la cabina”, dijo el Journal citando a “una persona familiarizada con la evaluación preliminar de los funcionarios estadounidenses”.
Los funcionarios estadounidenses creen que su conclusión está respaldada por el hecho de que los investigadores chinos no han indicado hasta ahora ningún problema en el avión o en los controles de vuelo que pudiera haber causado el accidente y que tuviera que ser abordado en futuros vuelos, dijo el periódico.
Tanto la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos como Boeing declinaron hacer comentarios sobre la investigación a la AFP el martes.

Según un informe de Boeing, los investigadores no encontraron evidencia de “nada anormal”, dijo la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) en abril.
En un comunicado, la CAAC dijo que el personal había cumplido con los requisitos de seguridad antes del despegue, que el avión no transportaba mercancías peligrosas y que no parecía haber chocado con las inclemencias del tiempo, aunque la agencia dijo que una investigación completa podría llevar años.
Inmediatamente después del accidente, el Partido Comunista en el poder se apresuró a controlar la información, poniendo en marcha su maquinaria de censura mientras los medios de comunicación y los residentes locales corrían hacia el lugar del accidente.
Ha mantenido su férreo control sobre la narración, y la investigación preliminar ha dejado sin respuesta preguntas clave.

Tras el fatal descenso cerca de la ciudad sureña de Wuzhou, las autoridades acordonaron rápidamente una enorme zona y el regulador de internet de China anunció que había borrado grandes cantidades de “información ilegal” sobre el accidente de la web fuertemente controlada de China.
Un hashtag en las redes sociales con el número de vuelo del avión parecía estar censurado.
El accidente ha sido el más mortífero de China en los últimos 30 años y ha hecho mella en el envidiable historial de seguridad aérea del país.