El jefe del servicio de espionaje exterior británico advirtió el martes que los adversarios de Occidente, como China y Rusia, se apresuran a dominar la inteligencia artificial de un modo que podría revolucionar la geopolítica en la próxima década.
Los espías del mundo, desde Langley y Londres hasta Moscú y Pekín, están tratando de lidiar con los avances sísmicos de la tecnología que están desafiando las operaciones tradicionales de espionaje dirigidas por humanos que dominaron durante miles de años.
Richard Moore, jefe del Servicio Secreto de Inteligencia, conocido como MI6, dijo que la ingeniería cuántica, la biología artificial, las enormes cantidades de datos y los avances en la potencia de los ordenadores suponen una amenaza a la que Occidente debe hacer frente.
“Nuestros adversarios están invirtiendo dinero y ambición en el dominio de la inteligencia artificial, la computación cuántica y la biología sintética, porque saben que el dominio de estas tecnologías les dará ventaja”, dirá el martes Moore, que rara vez sale a la superficie para dar discursos.
Moore, antiguo diplomático que se convirtió en jefe del MI6 en 2020, dijo que el progreso tecnológico de la próxima década podría superar todo el progreso tecnológico del siglo pasado.
“Como sociedad, todavía tenemos que interiorizar este hecho tan crudo y su potencial impacto en la geopolítica mundial. Pero es un foco de atención para el MI6”, dijo.
A los espías occidentales les preocupan especialmente las agencias de inteligencia rusas y chinas, que se han apresurado a aprovechar el poder de una serie de tecnologías sofisticadas, a veces a un ritmo más rápido que en Occidente.
Las agencias de inteligencia occidentales temen que Pekín pueda dominar en décadas todas las tecnologías emergentes clave, en particular la inteligencia artificial, la biología sintética y la genética.
El ascenso económico y militar de China en los últimos 40 años se considera uno de los acontecimientos geopolíticos más importantes de los últimos tiempos, junto con la caída de la Unión Soviética en 1991, que puso fin a la Guerra Fría.
El MI6, descrito por los novelistas como el empleador de algunos de los espías de ficción más memorables, desde el George Smiley de John le Carré hasta el James Bond de Ian Fleming, opera en el extranjero y se encarga de defender a Gran Bretaña y sus intereses.
Moore dijo que el servicio tendría que cambiar para aprovechar las nuevas tecnologías.
“No podemos esperar replicar la industria tecnológica mundial, así que debemos aprovecharla”, dirá. “Debemos ser más abiertos, para mantener el secreto”.