La guerra en Ucrania continúa ahora en el día 211. Las fuerzas ucranianas persisten en sus contraofensivas en el sur y el este, mientras que los militares rusos tratan de dar sentido a la decisión del presidente ruso Vladimir Putin de movilizar a 300.000 reservistas.
Las bajas rusas
Puede que el presidente ruso Vladimir Putin y sus asesores del Kremlin hayan convocado una movilización parcial de las reservas, pero los militares rusos en Ucrania están perdiendo hombres a diestro y siniestro.
El ritmo de las bajas rusas se había ralentizado en los últimos días, pero ahora vuelve a repuntar. En las últimas 24 horas, las fuerzas rusas han perdido 400 soldados (muertos), 9 tanques, 28 vehículos blindados de transporte de personal y de combate de infantería, 20 vehículos y tanques de combustible, 9 sistemas aéreos no tripulados, 1 sistema antiaéreo, 1 pieza de artillería, 1 helicóptero y 1 misil de crucero.
Los refuerzos de los 300.000 reservistas activados tardarán en encontrarse en el frente. Mientras tanto, los militares rusos tendrán que arreglárselas con los restos de unidades que puedan reunir para mantener las contraofensivas ucranianas en el este y el sur.
En general, el Ministerio de Defensa ucraniano afirmó que, hasta el jueves, las fuerzas ucranianas habían matado a unos 55.510 soldados rusos (y herido aproximadamente el triple), habían destruido 253 aviones de combate, de ataque y de transporte, 218 helicópteros de ataque y de transporte, 2.236 tanques, 1.341 piezas de artillería, 4.776 vehículos blindados de transporte de personal y vehículos de combate de infantería, 318 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS), 15 barcos y cúteres, 3.630 vehículos y depósitos de combustible, 169 baterías antiaéreas, 941 sistemas aéreos tácticos no tripulados, 125 plataformas de equipos especiales, como vehículos puente, y cuatro sistemas móviles de misiles balísticos Iskander, y 240 misiles de crucero derribados por las defensas aéreas ucranianas.
¿Movilización parcial o éxodo masivo?
El ejército ruso tiene que enfrentarse al inmenso reto logístico que supone incorporar 300.000 nuevos efectivos a sus formaciones o, incluso, crear nuevas unidades para ellos. Luego, tendrá que equiparlos y entrenarlos antes de que se desplieguen en el frente.
Es probable que Rusia se enfrente a los retos logísticos y administrativos que supone incluso reunir a los 300.000 efectivos. Es probable que intente crear nuevas formaciones con muchas de estas tropas, que probablemente no serán efectivas en el combate durante meses, evaluó la Inteligencia Militar británica en su última estimación de la guerra.
Mientras tanto, las imágenes procedentes de Rusia sugieren un pánico generalizado entre la población masculina, ya que miles de varones aptos para el reclutamiento intentan huir del país de todas las formas posibles, incluso conduciendo a Finlandia, volando a Turquía o tomando el tren a Bielorrusia.
Este éxodo masivo es otro ejemplo de la impopularidad de la guerra de Putin dentro de su propio país.
Incluso esta movilización limitada es probable que sea muy impopular entre parte de la población rusa. Putin está aceptando un riesgo político considerable con la esperanza de generar un poder de combate muy necesario, añadió el Ministerio de Defensa británico.
La medida es efectivamente una admisión de que Rusia ha agotado su suministro de voluntarios dispuestos a luchar en Ucrania, evaluó la Inteligencia Militar británica.