BEIRUT, Líbano – El enviado estadounidense Tom Barrack exhortó este lunes a Israel a cumplir los compromisos adquiridos en el marco del alto el fuego que puso fin a su conflicto con Hezbolá, tras el inicio por parte del gobierno libanés de un proceso para desarmar a esta organización terrorista.
Según el acuerdo de tregua firmado en noviembre, solo el Estado libanés tendría derecho a poseer armas en el país, y se estipulaba que Israel retiraría completamente sus tropas del territorio libanés, aunque ha mantenido fuerzas en cinco puntos fronterizos considerados estratégicos.
No obstante, Hezbolá se niega a desarmarse. La semana pasada, el líder de la organización, Naim Qassem, amenazó al gobierno libanés por sus esfuerzos para despojar de armas a este grupo terrorista vinculado a Irán, al afirmar que “no habrá vida en Líbano” si se intenta confiscar sus arsenales por la fuerza. Advirtió que Hezbolá luchará para conservar sus armas y que cualquier intento de incautación forzosa provocaría disturbios internos, lo que comprometería la seguridad nacional del país.
“Considero que el gobierno libanés ha cumplido con su parte. Ha dado el primer paso. Ahora corresponde a Israel acatar lo acordado”, declaró Barrack tras reunirse en Beirut con el presidente libanés, Joseph Aoun.
Al ser interrogado por periodistas sobre si esperaba que Israel retirara por completo sus fuerzas del territorio libanés, Barrack afirmó que “ese es precisamente el paso siguiente” que se requiere.
Para el diplomático estadounidense, “el próximo paso exige la participación de Israel, así como la elaboración de un plan económico para la prosperidad, la restauración y la reconstrucción” de Líbano, un país que en los últimos años ha enfrentado graves crisis políticas y económicas.
Barrack indicó que Washington “está en proceso de dialogar con Israel para conocer su postura” y añadió que “en las próximas semanas se observarán avances en todos los frentes”.
“Esto implica una mejor calidad de vida para la población y, al menos, el inicio de un camino hacia un diálogo de naturaleza distinta” en la región, afirmó. No hubo una respuesta inmediata por parte de Jerusalén.
La visita del diplomático estadounidense se produce menos de dos semanas después de que el gabinete libanés encomendara al ejército la elaboración de un plan para desarmar a Hezbolá, respaldado por Irán, antes de que finalice el año, una medida sin precedentes desde que las facciones de la guerra civil entregaron sus armas hace décadas.
En una segunda reunión del gabinete, celebrada el 7 de agosto, se abordó una propuesta estadounidense que incluye un cronograma para el desarme de Hezbolá, con Washington instando a Líbano a tomar medidas al respecto.
El gabinete aprobó la incorporación del texto estadounidense, que enumera 11 objetivos, entre ellos “garantizar la sostenibilidad” del acuerdo de alto el fuego de noviembre con Israel y “la finalización gradual de la presencia armada de todas las entidades no gubernamentales, incluido Hezbolá, en todo el territorio libanés”.
Israel lleva a cabo de manera rutinaria ataques aéreos en Líbano, argumentando que responde a violaciones del alto el fuego, y ha advertido que no dudará en emprender operaciones militares destructivas si Beirut no logra desarmar a Hezbolá.
Barrack subrayó este lunes que “el manejo de Hezbolá, como siempre hemos sostenido, es un asunto que compete a los libaneses”.
Israel y Hezbolá sostuvieron hostilidades durante más de un año después de que el grupo terrorista libanés iniciara, sin provocación alguna, ataques contra Israel en solidaridad con su aliado Hamás, tras la masacre perpetrada por este último en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
Los disparos de cohetes desplazaron a unos 60.000 habitantes del norte de Israel. Con el objetivo de garantizar su regreso seguro, Israel aumentó sus operaciones en Líbano en septiembre, lo que derivó en dos meses de guerra abierta contra Hezbolá, durante los cuales la cúpula y el arsenal del grupo terrorista fueron diezmados.