Vladimir Putin desvela su plan de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, avivando el fuego de las tensiones entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN a raíz de la invasión de Ucrania.
Una jugada maestra en el tablero nuclear
El presidente ruso anuncia la culminación de la construcción de instalaciones de almacenamiento de armas nucleares tácticas en Bielorrusia para el 1 de julio.
Aunque asegura que no cederá el control de estas armas a Bielorrusia ni violará sus compromisos de no proliferación nuclear, la decisión marca un preocupante avance del Kremlin en su arsenal desde que comenzó la invasión de Ucrania.
La respuesta a una petición antigua
Putin sostiene que el despliegue es resultado de una solicitud previa del líder autocrático de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
El país ha servido como plataforma de lanzamiento de ataques rusos contra Ucrania, estrechando aún más su vínculo con el Kremlin. Putin compara este despliegue con las acciones nucleares de Estados Unidos en Europa.
Entrenamiento y preparativos en curso
El líder ruso revela que Rusia ya ha equipado a 10 aviones bielorrusos con capacidad para transportar armas nucleares tácticas y comenzará a entrenar a las fuerzas bielorrusas en el complejo de misiles Iskander en abril.
Aunque Putin ha insinuado en repetidas ocasiones el uso de “todos los medios a su alcance” para proteger las conquistas territoriales rusas, no está claro cuándo comenzaron las obras de las instalaciones nucleares en Bielorrusia ni cuándo se desplegarán las armas.
Un juego peligroso con consecuencias inciertas
El anuncio de Putin podría ser una señal política en respuesta al Día de la Libertad de Bielorrusia.
Estados Unidos y el Reino Unido refutan la afirmación de Putin de que están escalando el conflicto nuclear y se mantienen comprometidos con la defensa colectiva de la OTAN.
Este escalofriante movimiento en el juego de ajedrez nuclear pone en vilo a todos los actores involucrados y aumenta las tensiones en un mundo ya atribulado.
Reacción de Estados Unidos y Reino Unido
Estados Unidos y el Reino Unido rechazaron la afirmación de Putin, afirmando que los proyectiles —más densos que el plomo y valorados por su capacidad de perforar blindajes— solo tienen empleos convencionales.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, afirmó que su país no ha observado indicios de que Rusia esté intentando utilizar un arma nuclear.
“No hemos visto ninguna razón para ajustar nuestra propia postura nuclear estratégica ni ningún indicio de que Rusia se esté preparando para usar un arma nuclear”, declaró Watson.
Y añadió: “Seguimos comprometidos con la defensa colectiva de la alianza de la OTAN”.
Un funcionario estadounidense dijo que el anuncio de Putin podría ser una señal política en respuesta al Día de la Libertad de Bielorrusia, que celebra la oposición del país. El viernes, Estados Unidos impuso sanciones y prohibiciones de visado a funcionarios bielorrusos y otras personas para reconocer la festividad.