El Ministerio de Salud del Líbano ha actualizado el balance de víctimas del reciente ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut, reportando tres muertos, entre ellos dos niños, y decenas de heridos.
Anteriormente se había informado de un menor número de víctimas. “El balance no definitivo de la agresión israelí en los suburbios del sur de Beirut… es de tres mártires, entre ellos una mujer, una niña y un niño”, detalló el ministerio, añadiendo que 74 personas resultaron heridas, mientras prosigue la búsqueda de desaparecidos entre los escombros.
Según fuentes israelíes, el ataque estaba dirigido a Fuad Shukr, un alto comandante militar del grupo terrorista Hezbolá, a quien se le atribuyen meses de ataques transfronterizos que han causado más de tres docenas de muertos en Israel. Entre estos ataques se incluye el incidente reciente en Majdal Shams, que dejó 12 jóvenes muertos.
La Coordinadora Especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, expresó su “profunda preocupación” por el ataque aéreo israelí, señalando que este acto “se saldó con múltiples víctimas civiles”. En un comunicado, Hennis-Plasschaert reiteró la importancia de evitar una solución militar y llamó a Israel y al Líbano a explorar todas las vías diplomáticas para reanudar el cese de hostilidades y cumplir con la resolución 1701 (2006). Asimismo, indicó que se mantiene en contacto estrecho con diversos actores y pidió calma a todas las partes.
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, contralmirante Daniel Hagari, declaró en una conferencia de prensa que no se han modificado las instrucciones para los civiles tras la muerte de Shukr. “Tenemos muy buenos sistemas de defensa aérea, pero la defensa no es hermética”, indicó Hagari, resaltando que la población debe mantenerse alerta y seguir las pautas del Comando del Frente Interno.
Además, afirmó que, aunque Israel no busca una guerra, están preparados para enfrentarse a una si es necesario, acusando a Hezbolá de arrastrar a Líbano y a todo Oriente Medio hacia una escalada de violencia.