El presidente del Líbano, Joseph Aoun, pidió a la comunidad internacional que intervenga “de forma firme e inflexible” para detener “los ataques contra el Líbano y su pueblo”, tras un bombardeo israelí contra los suburbios del sur de Beirut ocurrido el domingo 23 de noviembre. Israel afirmó que la operación tuvo como objetivo al jefe de gabinete del grupo armado Hezbolá. El Ministerio de Salud libanés informó de un balance preliminar de al menos un muerto y 21 heridos por el impacto en un edificio residencial de la capital.
El ejército israelí indicó que la acción se centró en Haret Hreik, un sector del sur de Beirut, y que el blanco fue Haytham (Haitam) Ali Tabatabai —identificado por Israel como jefe de gabinete de Hezbolá—. La operación alcanzó un inmueble de varios pisos y constituyó el primer ataque en meses en esa zona de la capital. En comunicaciones posteriores, autoridades libanesas actualizaron el saldo a cinco muertos y 28 heridos.
La oficina de Aoun difundió una declaración en la que “reitera su llamamiento a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad e intervenga de forma firme y seria para detener los ataques”, en referencia al bombardeo del domingo. La Presidencia sostuvo que Líbano respeta el cese de hostilidades vigente desde noviembre de 2024 y que ha presentado iniciativas para mantener la calma.

Israel comunicó que Tabatabai era un dirigente clave que trabajaba para “restaurar la preparación” de las unidades de Hezbolá y vinculó el ataque con la prevención de una reconstitución de capacidades militares del grupo. Un portavoz del gobierno israelí afirmó que Israel no permitirá que Hezbolá recupere fuerza “en ningún lugar dentro del Líbano”. Un responsable de Hezbolá citado en Beirut afirmó que el golpe “cruzó una línea roja”, mientras la organización no confirmó de inmediato la muerte del dirigente señalado.
El Ministerio de Salud libanés describió como “provisional” el primer recuento de víctimas —una persona fallecida y 21 heridas—, que luego corrigió a cinco muertos y 28 heridos conforme avanzaron las labores de rescate y atención sanitaria. Equipos de defensa civil y fuerzas de seguridad acordonaron la zona del impacto y evacuaron a residentes de edificios cercanos por riesgo de nuevas explosiones.
El blanco señalado por Israel, Haytham Ali Tabatabai —también conocido como Abu Ali Tabatabai—, figura desde 2016 en listados de sanciones de Estados Unidos. Ese año, el Departamento del Tesoro lo incluyó como “líder clave” de Hezbolá, mientras el programa Recompensas por la Justicia ofreció hasta cinco millones de dólares por información sobre su paradero. Fuentes abiertas y documentación oficial han descrito a Tabatabai como responsable de unidades especiales de Hezbolá con despliegues en Siria y Yemen.

El bombardeo del domingo se produjo en un contexto marcado por un cese de hostilidades acordado en noviembre de 2024, tras un año de enfrentamientos a lo largo de la frontera. Desde entonces, se han registrado incidentes recurrentes que las partes se atribuyen mutuamente. En los últimos días, el Ministerio de Salud de Líbano sostuvo que, desde la entrada en vigor del cese, las acciones atribuidas a Israel han causado más de 330 muertos y cerca de un millar de heridos en territorio libanés.
El ataque del 23 de noviembre afectó a Haret Hreik, en el sur de Beirut, un área densamente poblada donde Hezbolá mantiene presencia y redes de apoyo. Imágenes tomadas tras la explosión mostraron daños estructurales en la fachada del edificio impactado y vehículos destruidos en la vía pública adyacente. Equipos de rescate localizaron a heridos en los niveles inferiores del inmueble y trasladaron a las víctimas a hospitales de la capital.
Medios y agencias que cubren de forma continua la guerra consignaron que se trató del primer golpe de Israel contra los suburbios del sur de Beirut en varios meses. La acción se produjo tras una serie de incidentes registrados en el sur de Líbano y en áreas fronterizas, que habían elevado la tensión pese a la vigencia del cese. El gobierno libanés considera estas operaciones como violaciones del acuerdo y ha insistido en que la comunidad internacional exija su cumplimiento.
La identificación del objetivo se enmarca en antecedentes que vinculan a Tabatabai con la estructura militar de Hezbolá. Documentos oficiales de Estados Unidos lo señalan como responsable de fuerzas especiales y lo describen bajo distintas transliteraciones —incluidas las variantes Tabatabai, Tabtabai y al-Tabatabai—, con año de nacimiento de 1968 y lugar de nacimiento en Beirut. Estos expedientes consignan su alias “Abu Ali” y su historial de operaciones en escenarios regionales.

Tras el bombardeo, las autoridades cerraron accesos inmediatos en Haret Hreik y desplegaron unidades para gestión de escombros y evaluación de daños en estructuras aledañas. Los servicios de emergencia mantuvieron cordones de seguridad mientras equipos técnicos inspeccionaban riesgos de incendio y posibles afectaciones en redes de energía y comunicaciones. Los hospitales de la capital recibieron heridos con traumatismos por metralla, contusiones y cuadros de inhalación de humo, según los partes difundidos durante la tarde.
En su declaración, Aoun destacó que Líbano “reitera su llamamiento a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad e intervenga de forma firme y seria para detener los ataques contra el Líbano y su pueblo”. La Presidencia enmarcó el mensaje en el compromiso del país con el cese de hostilidades y lo vinculó a la necesidad de protección de civiles en zonas urbanas. El comunicado no detalló medidas concretas adicionales ni cambios en el dispositivo de seguridad interno.
La oficina del primer ministro israelí y voceros militares insistieron en que la operación se dirigió contra un objetivo de alto rango de Hezbolá y la vincularon con acciones para impedir que el grupo recupere capacidades militares tras el cese de 2024. Señalaron que el ataque se llevó a cabo en un entorno urbano por el emplazamiento del dirigente mencionado. El gobierno israelí no informó de víctimas o daños colaterales en su territorio asociados a esta operación.
La actualización oficial más reciente del Ministerio de Salud libanés situó el saldo del bombardeo en cinco personas fallecidas y 28 heridas. El organismo precisó que el primer recuento —una persona muerta y 21 heridas— respondió a los datos disponibles minutos después del impacto, y que la cifra creció al concluir los trabajos de búsqueda y traslado de lesionados a centros de salud de la capital.
