Cuatro personas murieron y otras siete resultaron heridas en un ataque aéreo israelí en la madrugada, dirigido al apartamento de un alto dirigente de Hezbolá. El Ministerio de Salud libanés y el propio grupo terrorista confirmaron las víctimas.
Entre los muertos se encuentran Hassan Bdair, funcionario de Hezbolá, y su hijo, Ali, así como dos vecinos de la familia: un joven y una mujer. La información fue proporcionada por un miembro de Hezbolá que pidió permanecer en el anonimato por no estar autorizado a hablar con los medios.
Israel acusó a Bdair de ser miembro de la Fuerza Quds iraní y de colaborar con Hamás en la planificación de ataques contra israelíes. Fotografías de redes sociales muestran a un integrante de Hezbolá abatido en el ataque, ocurrido durante la noche.
Una de las imágenes capturadas antes del bombardeo muestra a Hassan Bdair sentado junto a Abu Mahdi al-Muhandis y Qassem Soleimani, dos figuras clave de la milicia iraní. Ambos murieron en un bombardeo estadounidense en Irak en enero de 2020.
Israel detalló que Bdair formaba parte de la Unidad 3900 de Hezbolá y tenía vínculos con la Fuerza Quds. Además, se le acusa de coordinar ataques de Hamás.
Ibrahim Musawi, legislador de Hezbolá, exigió una respuesta del Estado libanés, denunciando el ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut. A pesar de la tregua vigente, este ataque sigue a otro ocurrido días atrás. Musawi señaló que la seguridad nacional depende de una acción firme ante lo que consideró una grave agresión.
El primer ministro libanés, Nawaf Salam, condenó el bombardeo y lo calificó de violación flagrante del alto el fuego que había mantenido la paz entre ambos países durante más de un año. En respuesta, el gobierno libanés acusó a Israel de infringir los acuerdos de cese de hostilidades, así como la Resolución 1701 de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá.
Joseph Aoun, presidente del Líbano, condenó el ataque y pidió apoyo internacional para garantizar la soberanía del país. Aoun advirtió sobre la creciente amenaza que representan los bombardeos israelíes para la estabilidad del Líbano y subrayó la necesidad de reforzar la diplomacia global.
Por su parte, las autoridades israelíes justificaron la operación, asegurando que su objetivo era un miembro de Hezbolá vinculado a Hamás, quien representaba un peligro inminente para la seguridad de los ciudadanos israelíes.