En un memorial en Bondi Beach, Sídney, que marca una semana desde el mortal atentado terrorista contra un acto judío, el dirigente comunitario David Ossip se dirige a la gente. Allí lee un texto de Ahmed al Ahmed, testigo que corrió a desarmar a un tirador.
Ossip, presidente de la Junta local de Diputados Judía, honra a los israelíes Gefen Bitton y Ahmed. Ambos avanzaron hacia el terrorista en pleno tiroteo y, afirma Ossip, “cuya increíble valentía salvó tantas vidas la semana pasada”. Los dos sufrieron heridas en el forcejeo esa noche.
Ossip dice que el padre de Ahmed está en la multitud y que lo vio antes. Después lee: “Ahmed me ha pedido que nos transmita el siguiente mensaje: ‘El Señor está cerca de los que tienen el corazón roto. Hoy estoy con vosotros, hermanos y hermanas’”, dice Ossip. “Gracias, Ahmed”.
El líder comunitario también destaca la resiliencia de los judíos australianos. Advierte que el camino no pasa solo por blindajes y edificios más grandes. “La respuesta a la situación actual no puede ser solo más seguridad y complejos más grandes”, dice, y recibe nuevos vítores del público.
Habla del cambio vivido en el país y lamenta el fin de una etapa. “Hasta hace dos años, Australia siempre fue el país afortunado para los judíos. Pero tristemente ya no más. Hemos perdido nuestra inocencia”, dice, mientras la gente guarda silencio y escucha en el memorial de Bondi Beach.
“Hemos visto la fuerza y resiliencia de la comunidad judía, nuestra comunidad, que se negó a retirarse, acobardarse o dejarse consumir por la venganza, sino que se ha vuelto más decidida a reconstruir más grande y mejor que antes, más orgullosos de quienes somos y más unidos”.
A continuación remarca: “Los terroristas han elegido la comunidad equivocada con la que meterse, porque nosotros, la comunidad judía, somos inquebrantables. La resiliencia corre en nuestras venas”. La multitud entona “Am Yisrael chai”, expresión hebrea que significa “La nación de Israel vive”, y el coro llena la playa.
