Los islamistas hutíes de Yemen, respaldados por Irán, aseguraron haber lanzado dos ataques contra un grupo de portaaviones estadounidenses en un lapso de 24 horas, señalándolos como represalia por los bombardeos de Estados Unidos.
Inicialmente, los hutíes afirmaron haber disparado 18 misiles y un dron contra el portaaviones USS Harry Truman y sus buques de escolta en el mar Rojo. Más tarde, anunciaron un segundo ataque. Washington no emitió comentarios inmediatos sobre estas afirmaciones.
Un funcionario estadounidense, bajo anonimato, confirmó que los hutíes lanzaron drones y al menos un misil en el primer ataque. Desde la medianoche del sábado hasta el domingo en Yemen, se registraron 11 drones y un misil disparados por los hutíes en un periodo de 12 horas. Aviones de combate de la Fuerza Aérea de EE. UU. interceptaron 10 drones, mientras que un F/A-18 de la Armada derribó otro. El misil cayó en el agua sin representar peligro para el portaaviones ni sus escoltas.
En un comunicado difundido el lunes por Telegram, un portavoz hutí justificó los ataques como respuesta a la “agresión estadounidense continuada” contra Yemen.
Washington ha reiterado su intención de mantener los bombardeos hasta que los hutíes cesen los ataques contra el tráfico marítimo en el mar Rojo. El presidente Donald Trump advirtió que recurrirá a una “fuerza letal abrumadora” si los ataques persisten.
El Ministerio de Salud hutí reportó 53 muertos, incluidos mujeres y niños, además de 98 heridos tras los bombardeos estadounidenses del sábado. Medios hutíes informaron sobre nuevas explosiones el domingo por la noche, acusando a EE. UU. de atacar una fábrica de algodón en Hodeida y la cabina de mando del Galaxy Leader, un buque vinculado a Israel capturado en noviembre de 2023.
Hutíes incrementan ataques y advierten sobre más represalias contra EE. UU. e Israel

El Galaxy Leader, un buque con bandera de BaHamás operado por Japón, pertenece a una empresa británica parcialmente propiedad del magnate israelí Abraham “Rami” Ungar. Los hutíes, conocidos por su lema de “muerte a Israel” y “una maldición sobre los judíos”, lo secuestraron el 19 de noviembre de 2023 en un asalto con helicópteros, aparentemente debido a su vínculo con Israel. La tripulación fue liberada en enero de 2025.
Las imágenes del secuestro han sido utilizadas en la propaganda hutí, quienes incluso grabaron un video musical a bordo y convirtieron el barco en una atracción turística.
Entre la noche del sábado y el domingo, un misil lanzado desde Yemen impactó en Egipto. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) investigan si el ataque tenía a Israel como objetivo. En respuesta a la amenaza hutí, la Fuerza Aérea israelí entró en alerta máxima ante posibles ataques con misiles y drones.
El líder hutí, Abdulmalik al-Hutí, instó a los yemeníes a marchar en señal de desafío contra Estados Unidos el lunes.
Ante la escalada en la ruta comercial del mar Rojo, Naciones Unidas ha pedido a ambas partes que detengan toda actividad militar.
Los hutíes, respaldados por Irán y con control sobre gran parte de Yemen, han atacado a Israel y el comercio marítimo durante la guerra en Gaza, argumentando que actúan en solidaridad con los palestinos.
Hasta antes de este fin de semana, el grupo no había reivindicado ataques en el mar Rojo o el Golfo de Adén desde el 19 de enero, cuando comenzó un alto el fuego en Gaza. Sin embargo, declararon que retomaron las agresiones debido al bloqueo de ayuda humanitaria por parte de Israel y amenazaron con una escalada adicional si Estados Unidos continúa con sus ataques sobre Yemen.
Trump amenaza a los hutíes tras bombardeos: “Va a llover el infierno”

Los bombardeos estadounidenses contra los hutíes el fin de semana marcaron la primera ofensiva de Washington desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero.
El asesor de seguridad nacional, Michael Waltz, declaró a ABC News que los ataques del sábado eliminaron a varios líderes hutíes. Trump, por su parte, advirtió al grupo islamista con la frase: “El infierno llovará sobre ustedes”. Además, en un mensaje dirigido a Irán en redes sociales, exigió a Teherán que dejara de respaldar a los “terroristas hutíes”.
El Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) confirmó que la operación fue “a gran escala” y continuaba la noche del domingo.
Testigos en Saná describieron una “horrible explosión” que sacudió casas y rompió ventanas. Imágenes difundidas por medios hutíes mostraron a niños heridos, entre ellos una niña con las piernas ennegrecidas por vendajes, y a una mujer recibiendo tratamiento en un hospital. Sin embargo, los hutíes han restringido el acceso a las zonas afectadas, lo que impide evaluar el nivel real de destrucción.
Ahmed, un residente de Saná con una década viviendo en la ciudad, relató a la AFP: “He escuchado bombardeos toda la guerra, pero jamás algo como esto”. Su familia quedó aterrorizada.
Desde Irán, el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, condenó los ataques de EE. UU. y acusó a Washington de no tener “autoridad” para interferir en la política exterior iraní. La oficina política hutí respondió asegurando que están “totalmente preparados para enfrentar una escalada con una escalada”.
Datos recopilados por ACLED, una organización de monitoreo, contabilizan 136 ataques hutíes desde octubre de 2023 contra buques de guerra, barcos comerciales y objetivos israelíes y de otras naciones. Los ataques han alterado el tráfico marítimo en el mar Rojo, que normalmente maneja 12% del comercio mundial, obligando a desviar embarcaciones por el sur de África con un alto costo económico.
El grupo terrorista palestino Hamás calificó los bombardeos de EE. UU. como una “violación del derecho internacional y un asalto a la soberanía y estabilidad” de Yemen.
Desde Irán, el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, afirmó que su país “no hará la guerra”, pero prometió respuestas “decisivas y concluyentes” ante cualquier amenaza.
Washington ya había lanzado múltiples ataques contra posiciones hutíes en meses previos. Israel también bombardeó Yemen en diciembre tras el lanzamiento de misiles hutíes contra su territorio.
Aunque la guerra interna en Yemen se encuentra en pausa desde un alto el fuego en 2022, la ofensiva hutí contra el transporte marítimo ha obstaculizado el proceso de paz.
la guerra ha dejado cientos de miles de muertos, tanto por enfrentamientos directos como por enfermedades y hambruna, convirtiendo a Yemen en el epicentro de una de las peores crisis humanitarias del mundo.