KABUL, Afganistán – Los talibanes están llevando a cabo un barrido masivo de seguridad en Kabul y otras ciudades afganas, dijo su portavoz el domingo, yendo casa por casa en busca de armas y delincuentes a los que se atribuye una reciente oleada de robos y secuestros.
La operación, que comenzó el viernes, ha alarmado a muchos que temen ser objetivo por su asociación con el anterior régimen respaldado por Occidente o con las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos, que finalmente se retiraron el 31 de agosto.
Algunos residentes furiosos publicaron vídeos en las redes sociales mostrando casas que, según ellos, habían sido destrozadas durante los registros talibanes, pero varias personas dijeron a la AFP que sus encuentros habían sido amables y superficiales.
“Sólo estaba mi sobrino en casa cuando vinieron y armaron un gran lío”, dijo un residente, que pidió no ser nombrado, mostrando a la AFP una serie de fotos que revelaban un considerable desorden.
Los talibanes calificaron el barrido de “operación de limpieza”.
“Estamos tratando de tomar medidas contra los secuestradores, ladrones y saqueadores que tienen armas en sus manos y amenazan la vida de la gente”, dijo el portavoz Zabihullah Mujahid en una conferencia de prensa.
Dijo que las autoridades habían descubierto a dos víctimas de secuestro durante la operación, y también liberaron a dos adolescentes que encontraron encadenadas en un sótano.
Mujahid dijo que se habían incautado armas ligeras y pesadas, explosivos, equipos de radio y drones, así como vehículos pertenecientes al ejército o al gobierno.
Refuerzo de las patrullas
Seis personas sospechosas de ser miembros del grupo Estado Islámico habían sido detenidas, dijo, junto con nueve secuestradores y 53 “ladrones profesionales”.
“Queremos asegurar a los residentes de Kabul que estas operaciones no son contra la gente común”, dijo Mujahid.
“Los residentes de la ciudad deben estar seguros de que la búsqueda se está llevando a cabo con cuidado”.
Los talibanes también han intensificado las patrullas callejeras en la capital y han establecido controles temporales en intersecciones clave, donde registran los vehículos al azar o comprueban la identidad de quienes se encuentran en su interior.
Decenas de mujeres policías recién entrenadas participaron en el barrido en caso de que no hubiera hombres en las casas que se estaban registrando, dijo Mujahid.
Las redes sociales mostraron imágenes y vídeos de puertas y armarios destrozados, cojines y colchones abiertos a cuchilladas y pertenencias esparcidas por el suelo.
“Las intimidaciones, los registros domiciliarios, las detenciones y la violencia contra los miembros de diferentes grupos étnicos y las mujeres son crímenes y deben cesar inmediatamente”, tuiteó Andreas von Brandt, embajador de la Unión Europea en Afganistán.
“A pesar de la guerra de Putin, os estamos vigilando”, añadió, en referencia a la invasión rusa de Ucrania que ha dominado los ciclos informativos en los últimos días.
“Centraos en asegurar Europa de Putin”, respondió Muhammad Jalal, un funcionario talibán con una prolífica presencia en las redes sociales.
“Los afganos saben lo que hacen”.