A raíz de amenazas de bomba, se evacuaron lugares icónicos de París, como el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles, en un contexto de mayor seguridad en Francia por el conflicto entre Israel y Hamás.
En el corazón de París, el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles se vieron en la necesidad de desalojar sus instalaciones debido a amenazas de bomba, situándose en un escenario donde Francia ha incrementado sus medidas de seguridad. Este endurecimiento responde, en parte, a la escalada de tensiones internacionales relacionadas con el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás. Para robustecer la seguridad nacional, el gobierno francés ha movilizado a 7,000 efectivos militares.
Tras recibir un aviso escrito de una posible amenaza, tanto el Louvre como su adyacente centro comercial subterráneo fueron desalojados. Aunque las autoridades no detectaron la presencia de artefactos explosivos, el cierre fue una medida preventiva. Cabe mencionar que el Louvre es considerado uno de los destinos turísticos más concurridos a nivel global. De forma paralela, el Palacio de Versalles enfrentó una situación similar, y la estación de tren Gare de Lyon en París fue evacuada por un posible hallazgo explosivo.
En un giro más dramático, una escuela en Arras fue el escenario de un apuñalamiento mortal. En respuesta a este incidente, las autoridades francesas elevaron su nivel de alerta y desplegaron a esos 7,000 soldados como parte de una estrategia denominada “ataque de emergencia”. Aunque la investigación está en curso, las motivaciones detrás de esta agresión aún no se esclarecen.
El individuo sospechoso, al que se identifica como Mohammed M., había sido objeto de seguimiento por parte de los servicios de inteligencia debido a indicios de radicalización. Aunque no se encontraron pruebas directas de planificación de un ataque, hay elementos que sugieren que la situación en Oriente Medio podría haber influenciado su accionar. Mohammed M. es nativo de Ingushetia, situado en las montañas del Cáucaso ruso.
Tras el violento episodio, estudiantes, docentes y otros miembros del personal de la escuela Gambetta-Carnot retornaron al establecimiento, donde la presencia policial era notable. Pese a la suspensión de las clases, se habilitó el recinto para brindar apoyo.
Este suceso evoca el asesinato del docente Samuel Paty ocurrido hace tres años cerca de París a manos de un extremista de origen checheno. El Ministerio de Educación de Francia ha dispuesto que los centros educativos retrasen su apertura el próximo lunes para abordar este incidente y brindar contención a los estudiantes. Se guardará un minuto de silencio en memoria de las víctimas de ataques a instituciones educativas.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, exhortó a la población a “permanecer unida” ante estos desafiantes momentos.
En síntesis: Las amenazas de bomba en París, combinadas con el conflicto entre Israel y Hamás, han provocado un aumento en las medidas de seguridad en Francia. Las investigaciones en relación con las amenazas y el ataque en Arras siguen en curso mientras el país se mantiene en alerta.