El dictador venezolano Nicolás Maduro declaró que es una figura tan popular en España que derrotaría al actual presidente socialista Pedro Sánchez con facilidad, reportó el lunes el diario argentino Infobae.
Al dirigirse al Foro de Sao Paulo en Caracas este fin de semana, una reunión anual de políticos y activistas regionales de extrema izquierda, Maduro sugirió que ganaría una elección en España, ya que el país parece estar a punto de celebrar su cuarta elección en cuatro años, después de que Sánchez perdiera recientemente un voto de confianza parlamentaria.
“Puedo ir a España y derrotar a Pedro Sánchez en las elecciones que quiere convocar para noviembre, estoy pensando en conseguir un pasaporte español y lanzarme a las elecciones en España”, dijo Maduro.
Maduro bromeó entonces con que los medios de comunicación españoles convertirían sus palabras en una amenaza contra Sanchéz. “Ahora las noticias de la noche van a decir: ‘Hoy Maduro amenazó a Sánchez, el dictador Maduro ha amenazado a Sánchez para que lo huya y lo golpee, nosotros los españoles debemos protestar’”, dijo, intentando un acento español.
Maduro también envió sus “saludos” al pueblo español, a quien dijo que quería “mucho”, a pesar de que las encuestas de Datanálisis sugieren que es visto desfavorablemente por el 80 por ciento de los españoles.
A pesar de la afiliación de Sanchéz al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), su administración se ha unido a la gran mayoría de las democracias occidentales para denunciar el régimen de Maduro y reconocer a Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela.
En abril, el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió que los esfuerzos de la Unión Europea y de las naciones latinoamericanas para resolver la crisis política y humanitaria de Venezuela eran demasiado lentos e ineficaces. En junio, se supo que España estaba entre varios países que sopesaban la posibilidad de imponer sanciones contra el régimen de Maduro, pero no se ha hecho ningún anuncio formal.
Borrell ha expresado su oposición a la posición del presidente Donald Trump, quien ha mantenido que “todas las opciones están sobre la mesa” con respecto a la retirada de Maduro del poder y la instigación a una transición a la democracia.
“No todas las opciones están sobre la mesa. Hemos advertido claramente que no apoyaríamos, y condenaríamos rotundamente, ninguna intervención militar extranjera, que es algo que esperamos que no ocurra”, dijo en febrero. “La solución en Venezuela solo puede ser alcanzada a través de una solución democrática acordada por los venezolanos y la convocatoria de elecciones presidenciales”.