Estados Unidos, Europa y países árabes trabajan intensamente para prevenir escalada de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hezbolá.
Esfuerzos internacionales para prevenir un conflicto mayor
Mediadores estadounidenses, europeos y árabes están trabajando intensamente para prevenir que los crecientes ataques entre Israel y el grupo terrorista libanés Hezbolá se conviertan en un conflicto mayor en Medio Oriente, un temor que ha persistido durante meses a nivel mundial. La posibilidad de un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, que podría reducir los ataques de Hezbolá y otras milicias iraníes aliadas, es muy baja.
Ante la falta de avances en las negociaciones, funcionarios estadounidenses y europeos han emitido advertencias a Hezbolá —que es mucho más poderoso que Hamás, pero se percibe excesivamente confiado— sobre enfrentar la fuerza militar israelí, según diplomáticos actuales y anteriores. Advierten que el grupo no debe esperar que Estados Unidos ni ningún otro país puedan frenar a los líderes israelíes si deciden lanzar un ataque contra Líbano, y que Hezbolá no debe confiar en su capacidad para manejar las consecuencias.
A ambos lados de la frontera libanesa, los recientes ataques entre Israel y Hezbolá, una de las fuerzas de combate mejor equipadas de la región, parecieron disminuir la semana pasada. Aunque los ataques diarios continúan en la zona fronteriza, esta leve reducción ha ofrecido una esperanza de disminuir los temores inmediatos, lo cual llevó a Estados Unidos a enviar un buque de asalto anfibio con una fuerza expedicionaria de marines para unirse a otros buques de guerra en la zona con el objetivo de disuadir un conflicto más amplio.
La incertidumbre sobre las intenciones de Israel y Hezbolá
No está claro si Israel o Hezbolá han optado por reducir los ataques para evitar una invasión israelí al Líbano, indicó Gerald Feierstein, ex diplomático estadounidense de alto rango en Oriente Medio. A pesar de que las hostilidades se han reducido la semana pasada, “parece que los israelíes siguen preparándose para un posible conflicto de una magnitud completamente diferente”, comentó. El mensaje dirigido a Hezbolá es: “no os consideréis tan capaces como creéis”, dijo.
Desde el día después de los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás (cuando los terroristas mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251), Hezbolá ha lanzado cohetes y misiles contra el norte de Israel y ha prometido continuar hasta que se establezca un alto el fuego. Israel ha respondido con fuerza, forzando a decenas de miles de civiles a huir de la frontera en ambos países. Los ataques se intensificaron este mes después de que Israel matara a un alto comandante de Hezbolá y Hezbolá respondiera con uno de sus mayores bombardeos de misiles hasta la fecha.
El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, calificó como “apocalíptica” la posible guerra que podría surgir. Tanto Israel como Hezbolá, la principal fuerza en el políticamente dividido Líbano, tienen la capacidad de causar numerosas bajas. “Un conflicto de esa magnitud sería devastador para el Líbano”, afirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, durante una reciente reunión con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en el Pentágono.
Perspectivas de un conflicto regional y consecuencias devastadoras
“Un nuevo enfrentamiento entre Israel y Hezbolá podría fácilmente escalar a una guerra regional, con consecuencias desastrosas para todo Oriente Medio”. En respuesta, Gallant comentó: “Estamos trabajando en estrecha colaboración para alcanzar un acuerdo, pero también debemos estar preparados para cualquier posible escenario”.
Los analistas prevén que otras milicias aliadas de Irán en la región podrían responder de manera mucho más agresiva que lo hecho hasta ahora con Hamás, y algunos expertos advierten sobre la llegada de terroristas motivados ideológicamente para unirse al conflicto. En Europa, existe el temor de flujos desestabilizadores de refugiados. Aunque Irán, que actualmente está enfocado en su propia transición política interna, no parece desear una guerra en este momento, considera a Hezbolá como un aliado estratégico crucial en la región, mucho más que Hamás.
Una publicación en X advirtió que una guerra “destructiva” podría desatarse si Israel lleva a cabo un ataque a gran escala en el Líbano. “Obviamente, si la situación se vuelve muy adversa para los israelíes, Estados Unidos intervendrá”, dijo Feierstein. “No creo que vean otra opción”. Aunque Estados Unidos ayudó a Israel a interceptar misiles y drones iraníes en abril, es poco probable que proporcione la misma asistencia contra un ataque mayor de Hezbolá, comentó el general CQ Brown, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Preparativos y capacidades militares de Israel y Hezbolá
Defenderse de los cohetes de corto alcance que Hezbolá lanza habitualmente a través de la frontera es más complicado, añadió. El ejército israelí está al límite de sus capacidades después de casi nueve meses de guerra en Gaza, mientras que Hezbolá cuenta con un arsenal de aproximadamente 150.000 cohetes y misiles capaces de alcanzar cualquier punto en Israel. Por su parte, los líderes israelíes han prometido causar una devastación similar a la de Gaza en el Líbano si estalla una guerra total.
El principal asesor de la Casa Blanca, Amos Hochstein, encargado por el presidente Joe Biden de manejar las tensiones entre Israel y Hezbolá, aún no ha conseguido que ambas partes disminuyan sus ataques. En paralelo, Francia, con sus antiguos vínculos coloniales en el Líbano, junto a otros países europeos, así como Qatar y Egipto, también están involucrados en mediaciones. Funcionarios de la Casa Blanca han responsabilizado a Hezbolá por el aumento de las tensiones y han reafirmado el derecho de Israel a defenderse.
Sin embargo, la administración Biden ha aconsejado a Israel que evitar abrir un segundo frente es en su mejor interés, un punto destacado por Gallant durante sus recientes conversaciones en Washington con el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Defensa Austin, el director de la CIA William Burns, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, Hochstein y otros.
Declaraciones oficiales y la postura de la administración Biden
John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, afirmó: “Seguiremos ayudando a Israel a defenderse; eso no cambiará. Pero en cuanto a la línea fronteriza norte… no queremos que se abra un segundo frente y buscamos resolver las tensiones mediante la diplomacia”. A pesar de ello, los funcionarios de la Casa Blanca no descartan la posibilidad de que se abra un segundo frente en la guerra en el Medio Oriente. Un alto funcionario de la administración Biden, que prefirió permanecer en el anonimato, comentó que todos los actores regionales coinciden en que “una escalada importante no beneficia a nadie”.
Este funcionario también se mostró frustrado por la “supuesta lógica” del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, al sugerir que los ataques cesarían si Israel llegase a un acuerdo de alto el fuego con Hamás en Gaza. No obstante, el mismo funcionario reconoció que un acuerdo de alto el fuego en Gaza podría ser crucial para reducir las tensiones en la frontera entre Israel y Líbano.
Hace cuatro semanas, Biden presentó un plan de tres fases para una tregua prolongada y la liberación de rehenes israelíes y terroristas palestinos presos, pero las negociaciones entre Israel y Hamás han quedado estancadas. El sábado, un alto funcionario de la administración Biden informó que Estados Unidos ha propuesto nuevos términos a los intermediarios egipcios y qataríes para tratar de reactivar las negociaciones. Este funcionario también habló bajo condición de anonimato debido a la naturaleza delicada y aún no pública del esfuerzo.
Expectativas y desafíos en la búsqueda de un acuerdo de alto el fuego
Randa Slim, investigadora principal del Instituto de Oriente Medio, expresó que la esperanza radica en que los planes israelíes de finalizar los combates significativos en Rafah y otras partes de Gaza podrían llevar a Hezbolá a reducir sus ataques con cohetes. Sin embargo, advirtió que sin un alto el fuego en Gaza, cualquier calma temporal en la frontera entre Líbano e Israel sería insuficiente.