Más de 100 médicos y personal médico del Centro Médico Maimonides, un importante hospital estadounidense a la vanguardia de la lucha contra el coronavirus, han expresado un gran interés en una vacuna desarrollada en Rusia llamada Sputnik V, reuniéndose con científicos rusos del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya en una sesión informativa en línea el martes, según un comunicado de prensa del grupo.
El Centro Médico Maimonides es un hospital estadounidense de primer nivel conocido por el tratamiento de ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y neumonía, al tiempo que desempeña un papel fundamental en la ayuda a los pacientes con coronavirus desde el brote de marzo de 2020. Los que participaron en la sesión informativa tienen una amplia experiencia en la ayuda a los pacientes con COVID-19 en los tratamientos.
Los científicos rusos hablaron del desarrollo de la vacuna por etapas y de los resultados de los ensayos clínicos, además de destacar las ventajas de la plataforma del vector adenoviral humano utilizada en el Sputnik V sobre tecnologías no ensayadas como la plataforma del vector adenoviral de los monos o la tecnología del ARNm, esta última no se ha estudiado en cuanto a sus posibles efectos secundarios sobre la fertilidad y los riesgos de cáncer.
Durante la sesión informativa, los científicos hablaron también de la administración de la vacuna en un modelo de dos inyecciones utilizando dos vectores adenovirales humanos diferentes, Ad5 y Ad26, para cada inyección. Esto la hace diferente de otras vacunas basadas en un solo tipo de vector adenoviral humano en un modelo de una sola dosis.
Aunque ha surgido una controversia en cuanto a la seguridad de la vacuna rusa, los resultados de los ensayos clínicos de la fase 1 y la fase 2 de la vacuna Sputnik V se publicaron el 4 de setiembre en The Lancet, una de las principales revistas médicas internacionales, y no muestran efectos adversos graves y una respuesta inmunológica estable en el 100% de los sujetos.
Los ensayos clínicos de la fase 3 aún están en curso, y se espera que se publiquen en octubre o noviembre. Por el momento, más de 50 países de Europa, el Medio Oriente y América Latina han solicitado la vacuna rusa.
El Dr. Jacob Shani, profesor de medicina y presidente del Centro Cardíaco y Vascular y del Departamento de Cardiología del Centro Médico Maimónides, mencionó: “Estábamos muy emocionados de escuchar a los dos científicos sobre la vacuna del Sputnik V y nos impresionaron mucho los datos que los científicos del Centro Gamaleya presentaron.
Leímos la publicación en la revista The Lancet y esta publicación también fue muy impresionante”, añadió. “Mostró buenos resultados de los ensayos de fase 1 y 2, incluyendo el desarrollo de anticuerpos, inmunidad celular y solo efectos secundarios mínimos. Todo fue muy alentador”.
“A nivel personal, nos impresionaron los científicos de Gamaleya. Eran muy profesionales, conocedores y, lo más importante, parecían ser muy transparentes. Respondieron a todas las preguntas sin dudarlo. Si la vacuna funciona como los datos sugieren, tienes una muy buena vacuna en tus manos. Obviamente, el tiempo dirá si la vacuna es efectiva. Hasta ahora sabemos que produce anticuerpos, sabemos que es segura”, agregó.
“Ahora necesitamos saber si realmente protege de la COVID-19. Personalmente hice a los científicos una pregunta si alguna de las personas que fueron vacunadas se infectó y la respuesta fue no. Estoy muy ansioso por conocer los resultados cuando un grupo más grande de personas sea vacunado”, añadió Shani.
El Dr. Alexander Gintsburg, jefe del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya, informó que “nuestra misión clave es proporcionar información oportuna y detallada sobre la vacuna del Sputnik V de manera transparente para todas las partes interesadas”. Estuvimos encantados de compartir esta información con los colegas del Centro Médico Maimonides, una de las instituciones médicas más respetadas de los Estados Unidos directamente involucrada en la lucha contra la pandemia de la COVID-19.
“Apreciamos también el enfoque profesional y no partidista de los médicos estadounidenses, quienes, al igual que sus colegas rusos, están cansados de la pandemia y desean ver una vacuna eficaz, efectiva y segura contra la COVID-19 lo antes posible. Consideramos que la cooperación internacional en relación con la vacuna es clave para una victoria decisiva sobre el coronavirus y trabajaremos para alcanzar este objetivo con nuestro socio, el Fondo Ruso de Inversión Directa”, concluyó Gintsburg en una declaración.