La Canciller alemana Angela Merkel permanecerá en cuarentena desde el domingo después de recibir una vacuna de un médico que dio positivo para el coronavirus.
Merkel fue vacunada por un médico especialista en neumonía al que se le diagnosticó COVID-19 el domingo, por lo que se puso en aislamiento por si acaso también contrajera el virus.
Recibió la noticia de la necesidad de aislamiento minutos después de concluir una conferencia de prensa anunciando el endurecimiento de las restricciones a los civiles alemanes.
El portavoz de la canciller no precisó si la cuarentena se llevará a cabo en las dependencias de la cancillería o en su apartamento privado, en el centro de la capital alemana. En los próximos días se le realizarán pruebas para saber si está contagiada, ya que en este momento, consideran que los resultados no serían totalmente concluyentes. Merkel, de 65 años, continuará trabajando desde su confinamiento, informó el Ejecutivo alemán.
Las nuevas directivas, que estarán en vigor durante las próximas dos semanas, incluyen la prohibición de reuniones de más de dos personas y severas restricciones de tráfico fuera de casa.
“Estamos reduciendo aún más la vida pública y la conexión social y asegurando que las medidas protejan a más civiles. Cada persona debe ahora planificar sus salidas de acuerdo con las instrucciones y obedecerlas”, aclaró Merkel.
Las medidas irán evolucionando a medida que avance la propagación del virus, informó la canciller. “Hagan lo correcto por el país. Muestren sentido común”, pidió. “Así podemos salvar vidas”, añadió Merkel.
Como parte de las nuevas restricciones, los restaurantes que antes podían seguir recibiendo clientes a distancia serán cerrados al público y solo podrán hacer entregas. Los supermercados y las farmacias permanecerán abiertos y todos los demás negocios estarán cerrados.
En Alemania, el número de personas infectadas con el virus se acerca a 24.000 y más de 90 personas han muerto después de ser infectadas con el virus.