Altos comandantes de varias milicias respaldadas por Irán en Irak manifestaron su disposición a entregar las armas por primera vez, ante la creciente presión de Estados Unidos. Según informaron a Reuters diez altos funcionarios iraquíes, esta decisión busca evitar una escalada militar con la administración de Donald Trump.
Washington advirtió al gobierno de Bagdad que, de no actuar contra las milicias operativas en su territorio, procederá con ataques aéreos contra estos grupos. Las conversaciones entre el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani y líderes de estas facciones avanzan con rapidez, de acuerdo con el político chií Izzat al-Shahbndar, cercano al bloque gobernante.
El cambio de postura coincide con recientes bombardeos estadounidenses contra los hutíes en Yemen, quienes han atacado rutas marítimas clave y lanzado misiles hacia Israel. Ante este escenario, las milicias iraquíes evalúan evitar una confrontación directa con Washington.
Shahbndar afirmó que los grupos armados reconocen el riesgo de ser blanco de ataques estadounidenses y muestran una actitud flexible ante los llamados al desarme. Seis comandantes de Kataib Hezbolá, Nujabaa, Kataib Sayyed al-Shuhada y Ansarullah al-Awfiyaa confirmaron la apertura al diálogo, aunque pidieron anonimato por la sensibilidad del tema.
Estos grupos, algunos de los cuales participaron en ataques contra Israel tras el 7 de octubre de 2023, han cesado sus acciones tras el alto el fuego entre Israel y Hezbolá en noviembre. Los líderes afirmaron que cuentan con la aprobación de la Guardia Revolucionaria Iraní para tomar decisiones que eviten un conflicto con Estados Unidos e Israel.
Integradas en la Resistencia Islámica en Irak, las milicias comprenden unas 10 facciones chiíes radicales con aproximadamente 50.000 combatientes. Además, disponen de misiles de largo alcance y sistemas antiaéreos, según funcionarios de seguridad que monitorean sus operaciones.