La ministra del Interior británica acusa a la mayor fuerza policial del país de ser más indulgente con los manifestantes pro palestinos y anti israelíes que con otros grupos, ahondando en una disputa política desatada por la guerra entre Israel y Hamás.
En un ataque muy poco habitual contra la policía, la ministra del Interior, Suella Braverman, afirma que la Policía Metropolitana de Londres estaba haciendo caso omiso de las infracciones de la ley cometidas por “turbas propalestinas”. Describe a los manifestantes como “manifestantes del odio”.
En Londres y otras ciudades británicas se han celebrado protestas propalestinas y antiisraelíes todos los fines de semana desde que comenzó la guerra hace más de un mes, después de que Hamás lanzara un ataque devastador contra Israel.
El gobierno ha criticado a los organizadores por planear una marcha el sábado porque es el Día del Armisticio, aniversario del final de la Primera Guerra Mundial.
La marcha se celebra un día antes de las principales conmemoraciones del Domingo del Recuerdo, cuando el rey Carlos III, altos cargos políticos, diplomáticos, líderes militares y veteranos asisten a una ceremonia de colocación de coronas en el monumento de guerra Cenotaph, en el centro de Londres. La ruta prevista no pasa cerca del monumento, que está a unos pasos del Parlamento.
El primer ministro Rishi Sunak ha criticado las protestas previstas el fin de semana del Recuerdo por “provocadoras e irrespetuosas”. Sin embargo, tras convocar ayer al jefe de la policía, Mark Rowley, para mantener conversaciones, Sunak declaró que el gobierno respaldaba “el derecho a protestar pacíficamente. Y la prueba de esa libertad es si nuestro compromiso con ella puede sobrevivir al malestar y la frustración de quienes pretenden utilizarla, aunque no estemos de acuerdo con ellos”.