El ministro de Estado en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, Mohammed bin Abdulaziz Al-Khulaifi, publicó un artículo en el Washington Post en el que cuestionó el ataque israelí contra dirigentes de Hamás en el Golfo. Calificó la acción como “un ataque a la diplomacia misma” y describió al primer ministro Benjamin Netanyahu como “una gran amenaza para la paz y la seguridad en Medio Oriente, y para el orden jurídico internacional”.
En su texto, Al-Khulaifi señaló que “nunca antes en la memoria moderna una parte negociadora atacó a un país mediador”. Afirmó que el bombardeo “violó los principios básicos de soberanía y no intervención consagrados en el derecho internacional” y lo calificó como “una agresión contra la práctica misma de la mediación”.
El ministro rechazó los argumentos del gobierno israelí. Indicó: “Las justificaciones que su gobierno ha ofrecido —comparar el ataque a Qatar con la persecución de Osama bin Laden por Estados Unidos, las operaciones insurgentes francesas en África y el papel de Gran Bretaña en la lucha contra el Estado Islámico— son distorsiones y desvíos. Para dar un ejemplo, Estados Unidos nunca atacó la oficina talibán en Doha mientras negociaba un acuerdo con ese grupo, con Qatar como mediador”.
Al-Khulaifi destacó que Qatar facilitó conversaciones con Hamás para evitar enfrentamientos en distintas etapas y que participó en acuerdos sobre rehenes durante la actual guerra. Sobre las críticas de Netanyahu, expresó: “Para que ahora Netanyahu critique a Qatar por albergar a dirigentes de Hamás es un insulto a la inteligencia de la comunidad internacional, los medios y hasta el propio público israelí”.
El ministro advirtió sobre las consecuencias de ataques contra mediadores. Preguntó: “Si se puede bombardear a los mediadores con impunidad, ¿quién albergará conversaciones de paz? Sin canales seguros para la diplomacia, la guerra se convierte en la única opción, la civilización retrocede y el Estado de derecho se sustituye por la fuerza bruta”.
