Las mujeres sauditas tomaron el asiento del conductor por primera vez en la historia de su país después de la medianoche del domingo, dirigiéndose a través de calles concurridas pocos minutos después de que se levantara la última prohibición del mundo para que las mujeres conduzcan.
Se espera que la histórica reforma, que sigue a una campaña enérgica contra las mujeres activistas, marque el comienzo de una nueva era de movilidad social, parte del impulso reformista del príncipe heredero Mohammed bin Salman hacia el petrostato conservador modernista.
Potencialmente, miles de mujeres conducen el volante mientras el reino del desierto pone fin a la prohibición de hace décadas, durante mucho tiempo un símbolo evidente de la represión contra las mujeres.
Apenas transcurrido el plazo de la prohibición que expiraba a la medianoche, aparecieron videos de mujeres que salían a las calles y conducían por el reino.
“Es un momento histórico para todas las mujeres sauditas”, dijo a la AFP Sabika al-Dosari, presentadora de televisión saudí que condujo minutos después de que se levantara la prohibición en la ciudad oriental de Al-Khobar.
Se espera que el cambio sea transformador para muchas mujeres, liberándolas de su dependencia de chóferes privados o parientes varones.
“Esos días de largas horas de espera por un conductor han terminado”, dijo a la AFP Hatoun bin Dakhil, una estudiante de farmacia de 21 años. “Ya no necesitamos a un hombre”.
El reino a principios de este mes comenzó a emitir sus primeras licencias de conducir a mujeres en décadas, y algunas intercambiaron sus permisos extranjeros por los saudíes después de someterse a una prueba práctica.
Según la consultora PricewaterhouseCoopers, unos tres millones de mujeres en Arabia Saudita podrían recibir licencias y comenzar a conducir activamente en 2020.
Un puñado de escuelas de manejo femeninas han surgido en ciudades como Riad y Jeddah, entrenando mujeres para conducir autos y también motocicletas Harley Davidson, escenas que eran inimaginables incluso hace un año.
Muchas mujeres sauditas han declarado abiertamente planes en las redes sociales para llevar a sus madres a tomar café o helado tan pronto como la prohibición termine el domingo, una experiencia mundana en cualquier parte del mundo, pero una deslumbrante novedad en el reino del desierto.