El primer ministro Benjamin Netanyahu reitera que los países europeos se están volviendo en contra de Israel debido a sus grandes poblaciones musulmanas.
“No quiero decir que Europa haya sido conquistada por la inmigración sin control”, afirma. “Pero, en gran medida, políticamente, está ocurriendo”.
“Es un proceso de décadas. Al menos nosotros nos aseguramos de construir una barrera”, señala, en referencia a la valla en la frontera egipcia que se levantó a partir de 2010. “La valla entre África e Israel”.
Netanyahu sostiene que, de no haber tomado esa medida, al menos un millón de musulmanes habrían ingresado, lo que habría significado el fin de Israel como Estado judío y democrático.