Sudáfrica, junto con otras ocho naciones, entre ellas Cuba, estableció el viernes el “Grupo de La Haya” con el propósito declarado de oponerse a Israel y limitar su capacidad para defenderse de ataques terroristas palestinos.
La declaración inaugural fue firmada por Belice, Bolivia, Colombia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal y Sudáfrica. El grupo no incluye a ningún país árabe ni a naciones ubicadas en el Medio Oriente. En el documento, los firmantes afirman su compromiso de “poner fin a la ocupación israelí del Estado de Palestina y apoyar el derecho inalienable del pueblo palestino a la libre determinación y a un Estado independiente”. No se menciona el terrorismo ni a Hamás; la única referencia a civiles se centra en los palestinos.
Sudáfrica ha encabezado durante años acciones diplomáticas contra Israel, presentando recientemente acusaciones de “genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia. Esta postura se asemeja a la que adoptaba el régimen del apartheid, que en sus primeros años también tuvo fricciones con Israel en foros internacionales. Al igual que entonces, Sudáfrica ahora se alinea con regímenes que están fuera del consenso global, sustituyendo gobiernos de derecha por dictaduras de izquierda.
En respuesta a estos abusos contra naciones democráticas, el expresidente Donald Trump implementó una orden ejecutiva que sanciona a miembros de la Corte Penal Internacional (CPI) si investigan a soldados estadounidenses o de países aliados. Sin embargo, los demócratas, liderados por Chuck Schumer, están bloqueando sanciones adicionales contra la CPI.