Más de 9 millones de rusos viven en condiciones de escasez de alimentos o desnutrición, según el informe de UNICEF llamado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021”.
Según la organización, que forma parte de la ONU, en 2018-20, 400 mil ciudadanos rusos estaban en el grupo de “inseguridad alimentaria severa”.
Se trata de personas que están al borde de la inanición. Esta categoría, según la metodología, incluye a quienes se ven obligados a limitar la cantidad de alimentos, saltarse comidas o no comer en absoluto por falta de dinero u otros recursos.
Otros 8,8 millones de rusos, según UNICEF, se encuentran en el grupo de “inseguridad alimentaria moderada”. Se trata de personas desnutridas. No tienen que rechazar completamente la comida, pero se ven obligados a ahorrar reduciendo la ingesta de alimentos y sustituyendo los alimentos nutritivos por una dieta de baja calidad.
Según el UNICEF, no hay rusos que no tengan acceso a la comida en absoluto. Al mismo tiempo, la organización subraya que se basa en las estadísticas oficiales rusas.
En junio de 2020, el gobierno ruso informó a la ONU sobre la eliminación completa del hambre y la pobreza extrema como parte de los objetivos de desarrollo sostenible.
El riesgo de hambre ha vuelto a empeorar bruscamente, afirma UNICEF en el informe.
El número de personas desnutridas en el mundo ha alcanzado el nivel más alto de los últimos 15 años en medio de la pandemia, las interrupciones del suministro y el aumento de los precios de los alimentos, que ha afectado a los países más pobres.
A finales de 2020, UNICEF calcula que 768 millones de personas, o casi el 10% de la población mundial, estaban desnutridas. A lo largo del año, esta cifra aumentó en 118 millones de personas, es decir, un 18%.
El África subsahariana (264 millones de personas) y el sur de Asia (305 millones) siguen siendo focos de hambruna.