Un tribunal de Pakistán declaró culpables al exprimer ministro Imran Khan y a su esposa, Bushra Bibi, y les impuso penas de 17 años de cárcel por retener y vender regalos estatales, según informaron funcionarios y el partido del exmandatario tras conocerse la sentencia.
Ambos rechazaron los cargos al quedar imputados formalmente el año pasado. La acusación sostuvo que vendieron obsequios oficiales, incluidas joyas procedentes del gobierno saudí, a precios muy inferiores a su valor de mercado durante el período en que Khan ocupó el cargo.
El portavoz de Khan, Zulfiquar Bukhari, afirmó que el fallo por corrupción pasó por alto principios esenciales de justicia. En un comunicado sostuvo que la “responsabilidad penal se impuso sin prueba de intención, ganancia o pérdida, basándose en cambio en una reinterpretación retrospectiva de las normas”.
Según Bukhari, la resolución judicial “planteó serias dudas sobre la equidad e imparcialidad del proceso, convirtiendo la justicia en una herramienta para la persecución selectiva”, una valoración difundida tras la lectura del veredicto por parte del tribunal competente.
El partido opositor de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf, denunció la sentencia en un comunicado, la calificó de “un capítulo negro en la historia” y afirmó que Khan estuvo presente cuando el juez anunció la decisión en la prisión de Adiala, en la ciudad de Rawalpindi.
Khan, de 73 años, perdió el poder tras una moción de censura en abril de 2022 y su formación pasó a la oposición parlamentaria. Desde 2023 cumple varias condenas por corrupción y otros cargos que él y sus seguidores consideran dirigidos a bloquear su carrera política.
