Cocoy, un marino filipino de 38 años, descansaba en su camarote fuera de turno cuando el capitán del buque Magic Seas alertó por el intercomunicador que estaban bajo ataque. El barco, de propiedad griega, fue asaltado el 6 de julio por combatientes hutíes frente a las costas de Yemen, tras una pausa prolongada en los ataques contra embarcaciones comerciales en el mar Rojo. La agresión coincidió con una reactivación de la guerra entre Israel y Hamás.
Los hutíes rodearon el buque con varias lanchas rápidas y un navío mayor con aproximadamente 15 atacantes. Según el relato de Cocoy, los tres guardias de seguridad de Sri Lanka respondieron con armas de fuego, lo que impidió el abordaje. La tripulación, compuesta por 22 personas, de las cuales 17 eran filipinas, se refugió en el centro del barco durante aproximadamente cinco horas mientras la embarcación recibía impactos.
Uno de los misiles lanzados por los hutíes perforó el casco, lo que provocó una inundación. La tripulación desplegó el bote salvavidas y evacuó el navío. Según Cocoy, flotaron en el mar durante tres horas hasta que fueron recogidos por un buque portacontenedores con bandera panameña. El portavoz hutí informó que se emplearon cinco misiles balísticos y de crucero y tres drones en el ataque. La tripulación abandonó el Magic Seas antes de que se hundiera.
Al día siguiente, otro buque, el Eternity C, también tripulado en su mayoría por filipinos, fue atacado y hundido. De las personas a bordo, diez fueron rescatadas, mientras que quince están muertas o desaparecidas. Fue el ataque más letal desde marzo de 2024. Ocho marinos del Eternity C regresaron a Manila el miércoles por la noche. Los hutíes afirmaron haber trasladado a parte de la tripulación a un lugar seguro, lo que generó acusaciones de secuestro por parte de Estados Unidos.
La publicación marítima Lloyd’s List informó que seis marinos filipinos podrían haber sido tomados como rehenes, aunque el gobierno filipino no ha confirmado dicha posibilidad ni ha informado sobre negociaciones. Cocoy expresó su preocupación por la situación de los desaparecidos del Eternity C y señaló que se siente traumatizado por lo ocurrido. Afirmó que no sabe si podrá regresar al mar y pidió a las navieras modificar sus rutas para evitar el mar Rojo.
Los ataques hutíes a embarcaciones comenzaron en noviembre de 2023, tras el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre. A pesar del alto el fuego entre Israel y Hamás en enero de 2025, los hutíes continuaron sus agresiones hasta que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, lanzó una campaña aérea contra sus posiciones, tras la cual se anunció un cese de hostilidades.
En total, los hutíes han atacado más de 100 embarcaciones comerciales, han hundido cuatro y han causado la muerte de al menos ocho marineros. También lanzaron más de 40 misiles balísticos y numerosos drones y misiles de crucero contra Israel. Uno de estos proyectiles provocó la muerte de un civil en Tel Aviv en julio, lo que derivó en el primer ataque israelí contra Yemen. Desde el 18 de marzo, los hutíes han disparado 61 misiles balísticos y al menos 15 drones contra territorio israelí, aunque varios de ellos no alcanzaron sus objetivos.