Una encuesta a gran escala de pacientes con COVID-19 de más de 40 países proporciona la mayor evidencia hasta la fecha del vínculo entre COVID-19 y la pérdida del olfato, el gusto y la quimiosis: la capacidad de percibir sensaciones de enfriamiento, hormigueo y ardor de estimulantes como el chile y el mentol.
Estos hallazgos ayudarán eventualmente a distinguir a los pacientes de COVID-19 de aquellos con infecciones virales comunes, como el resfriado o la gripe, y ayudarán a priorizar el limitado suministro de pruebas de COVID-19.
El profesor Masha Niv, Vicedecano de la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea de Jerusalén, es un miembro destacado del Consorcio Mundial para la Investigación Quimiosensorial (GCCR), que lanzó esta encuesta el 7 de abril de 2020. El 18 de abril explotaron la base de datos para obtener los resultados iniciales y han publicado sus resultados en medRxiv.
Basándose en 4.039 participantes positivos de COVID-19 de todo el mundo, el GCCR encontró que el olor, el sabor y la quimiosíntesis se reducen significativamente durante la enfermedad. La obstrucción nasal, también conocida como nariz tapada, no parece estar asociada con estas pérdidas de sentido, lo que sugiere que estos síntomas pueden ser una forma importante de distinguir la infección por COVID-19 de otras infecciones virales.
“Nuestros hallazgos muestran que COVID-19 tiene un amplio impacto en la función quimiosensorial y no se limita a la pérdida del olfato, y que la interrupción de estas funciones debería considerarse un posible indicador de COVID-19”, explicó Niv.
La encuesta en curso pide a los participantes que han sido diagnosticados con COVID-19 que cuantifiquen sus sentidos olfativos, gustativos y quimiosensoriales tanto antes como durante la enfermedad, y que informen de cualquier obstrucción nasal.
Este proyecto se distingue de estudios anteriores sobre quimiosensoriales y COVID-19 en que aprovecha un enfoque multinacional de “ciencia abierta”. El estudio está disponible en 27 idiomas, incluyendo inglés, francés, español, alemán, italiano, japonés, árabe, noruego, sueco y turco. Hasta la fecha, se han obtenido más de 30.000 respuestas a través de la prensa, la televisión, la radio y los medios de comunicación social tradicionales.
“Lo que se necesita para luchar contra una pandemia mundial es un enfoque global. Eso es lo que mejor hace el GCCR. Hemos aprovechado a científicos, clínicos y pacientes de todo el mundo para que nos den una mejor comprensión de las repercusiones de la enfermedad en diversas poblaciones y nos den pistas importantes para un mejor diagnóstico y tratamiento de la enfermedad COVID-19”, concluyó Niv.
Entre los demás autores del documento figuran Valentina Parma, Kathrin Ohla, Maria, Veldhuizen, Christine Kelly, Danielle Reed, Thomas Hummel, Steven Munger, John Hayes y 90 coautores del Consorcio Mundial para la Investigación Quimiosensorial.