Un petrolero que estuvo a punto de generar un derrame masivo de petróleo en el mar Rojo fue rescatado, según informaron las autoridades de seguridad. El Sounion, que transportaba un millón de barriles de crudo, había quedado gravemente afectado mientras esperaba en la vía fluvial. Después de ser atacado y saboteado con explosivos por los islamistas hutíes de Yemen, apoyados por Irán, los equipos de rescate tardaron varios meses en remolcarlo, extinguir los incendios y descargar el crudo restante.
El ataque comenzó el 21 de agosto, cuando los hutíes atacaron el Sounion, un barco de bandera griega, con armas ligeras, proyectiles y un barco no tripulado. La tripulación, compuesta por 25 filipinos y rusos, junto con cuatro miembros del personal de seguridad privada, fue evacuada por un destructor francés que participaba en la Operación Aspides, y trasladada a Yibuti después de abandonar el buque.
Posteriormente, los hutíes difundieron un video en el que mostraban la colocación de explosivos a bordo del Sounion, los cuales fueron detonados como parte de una propaganda, una táctica utilizada previamente por el grupo armado respaldado por Irán en sus ataques.