Desde que las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron la Operación Guardián de los Muros el 10 de mayo, el silencio de Azerbaiyán ha sido llamativo.
Mientras que Turquía, un país al que los funcionarios de Azerbaiyán se refieren como un “Estado hermano”, ha promovido libelos de sangre sobre el Estado judío, Bakú, que ve a Jerusalén como un “socio estratégico”, se negó a sumarse. Además, tras una conversación entre el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, y el ministro de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Jeyhun Bayramov, este último uno de los mayores defensores de los lazos entre Israel y Azerbaiyán, Bakú se negó a pronunciarse contra el Estado judío.
Luego, en un discurso, el jueves, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, habló de la gran importancia de los vínculos de su país con Israel.
“La asociación entre los países es multifacética”, dijo el presidente, y añadió: “Hay una gran diáspora de nacionales de Azerbaiyán en Israel, y es muy activa. Los representantes de esta comunidad desempeñan un papel importante en la promoción de los lazos bilaterales entre Israel y Azerbaiyán”.
Los lazos entre Israel y Azerbaiyán alcanzaron nuevas cotas a raíz de la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020, en la que, gracias al armamento israelí, Bakú liberó el 20% del territorio ocupado por los armenios, socios del régimen de los ayatolás de Irán.
Altos funcionarios iraníes visitaron el miércoles la capital armenia, Ereván, para discutir la promoción de los intereses militares de ambos países. Según informan los medios de comunicación armenios, las conversaciones se centraron en la ayuda militar iraní a Armenia. Tras el apoyo de Irán a Armenia en la guerra de 2020, la reunión demuestra el mapa de intereses en el sur del Cáucaso entre Azerbaiyán e Israel y Armenia e Irán. En cuanto al territorio liberado en Karabaj, el presidente azerbaiyano dijo: “Mantenemos una estrecha cooperación con Israel. Juntos, nos centramos en los temas de agricultura, desarrollo y tecnología”.