El presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, aliado de Hezbolá, ha declarado su compromiso con el autocontrol ante las tensiones fronterizas con Israel, prometiendo impedir la escalada hacia una guerra abierta.
En entrevista con Asharq Al-Awsat, Berri acusó a Israel de buscar provocar deliberadamente a Líbano hacia un conflicto bélico y criticó la “destrucción sistemática” de ciudades en el sur libanés por parte de Jerusalén, dejándolas como “áreas inhabitables”.
Estas declaraciones surgen en respuesta a acciones de Israel desde el 7 de octubre, tras ataques de Hezbolá, que forzaron la evacuación de miles de civiles de la frontera. Berri también reveló estar en contacto con Amos Hochstein, enviado estadounidense, en búsqueda de una solución pacífica al enfrentamiento, centrada en la implementación de la Resolución 1701 de la ONU.
Estas informaciones provienen de fuentes vinculadas al movimiento Amal de Berri y Hezbolá, según Asharq Al-Awsat.
La Resolución 1701 de la ONU, que terminó la Segunda Guerra del Líbano en 2006, estipula un alto al fuego entre Hezbolá e Israel y una zona desmilitarizada en el sur libanés.
Sin embargo, Israel sostiene que Hezbolá no ha cumplido con estos términos. En este contexto, Nabih Berri, presidente del parlamento libanés, cuenta con el respaldo “incondicional” de Hezbolá para sus negociaciones con el enviado estadounidense Amos Hochstein, dirigidas a implementar dicha resolución, informó Asharq Al-Awsat.
Por otro lado, Jebran Bassil, líder del Movimiento Patriótico Libre y ex aliado de Hezbolá hasta 2022, critica duramente al grupo chií.
En declaraciones recogidas por Naharnet, Bassil afirmó que es una ilusión pensar que se puede vencer a Israel y al mismo tiempo dominar a otros libaneses. Advirtió sobre los peligros de involucrarse en el prolongado conflicto de Gaza, señalando la incertidumbre sobre su final y las consecuencias para Líbano.