El presidente de Israel, Reuven Rivlin, expresó el lunes por la noche su solidaridad con Francia, ya que la catedral de Notre Dame de París sufrió un devastador incendio que amenaza con destruir el edificio emblemático de casi mil años de antigüedad.
“La catedral de Notre Dame es uno de los símbolos más bellos de París y de Francia en general, pero también es uno de los más importantes para cualquier persona culta”, dijo Rivlin en un tweet.
“En enero pasado miré el horizonte parisino, aún más embellecido por la aguja de la catedral”, agregó. “Nuestros corazones están con los ciudadanos de Francia y los cuentos de Notre Dame, verdaderos y ficticios, en oración que perdurarán por siempre”.
El ministro interino de Relaciones Exteriores, Yisrael Katz, también tuiteó su solidaridad.
“En nombre del Estado de Israel, me gustaría expresar mi más profunda solidaridad con Francia y la nación francesa por el terrible incendio en Notre Dame, un símbolo mundial de la civilización”, dijo.
Anteriormente, en una primera reacción oficial israelí, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Emmanuel Nahshon, tuiteó que era “desgarrador ver a este icono de Francia y la civilización mundial en llamas”.
La Iglesia católica en Tierra Santa dijo que estaba rezando porque el incendio que arrasó la catedral no fue «intencional» al tiempo que expresaba su solidaridad con la iglesia en Francia.
“Oramos para que no haya heridos, para que el fuego no sea intencional y para el menor daño posible a la Iglesia”, dijo un comunicado emitido en Jerusalén. “Expresamos nuestra solidaridad con (la) Iglesia en Francia”.
Ocurrió cuando el viceministro del Interior de Francia dijo que la posibilidad de salvar a Notre Dame era “no segura” y que los servicios de bomberos franceses dijeron que «no estaban seguros» de que se pudiera detener el incendio.
Mientras tanto, el Vaticano expresó su «incredulidad» y su «tristeza» por el fuego en la catedral, al que llamó “un símbolo del cristianismo en Francia y en todo el mundo”.
“Expresamos nuestra cercanía con los católicos franceses y con la población parisina. Oramos por los bomberos y por todos aquellos que están haciendo todo lo posible para enfrentar esta dramática situación”, dijo un portavoz en un comunicado.
El fuego, que comenzó a primera hora de la tarde, provocó llamas y enormes nubes de humo gris que se alzaban en el cielo mientras los parisinos y turistas aturdidos observaban con horror.
La causa del incendio no se confirmó de inmediato, pero la catedral había estado realizando un intenso trabajo de restauración para ayudar a la obra maestra gótica de 850 años a lidiar mejor con las pruebas del tiempo.
No hubo informes inmediatos de víctimas.