Amplias movilizaciones sacudieron el martes numerosas ciudades y localidades de Somalia como rechazo al anuncio de Israel sobre el reconocimiento de la región separatista de Somalilandia. Las protestas se extendieron por distintos puntos del país y reflejaron una oposición generalizada a la decisión israelí entre amplios sectores de la sociedad somalí.
El viernes previo, Israel comunicó su intención de reconocer a Somalilandia como un “Estado independiente y soberano”. La región proclamó su secesión en 1991, pero hasta ahora ningún otro país había otorgado reconocimiento formal a su autodenominada condición estatal dentro del territorio internacionalmente atribuido a Somalia.
El presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, calificó la iniciativa israelí como un riesgo directo para la estabilidad del Cuerno de África. El martes viajó a Turquía, considerado un aliado estrecho de Mogadiscio, con el propósito de abordar la situación y coordinar posiciones frente al nuevo escenario diplomático regional.
En la capital, Mogadiscio, miles de personas recorrieron las principales avenidas y luego se concentraron en un estadio. Los manifestantes portaron pancartas con mensajes antiisraelíes y exhibieron banderas de Somalia y Palestina, en una demostración que combinó reivindicación territorial y solidaridad política.

“Nunca permitiremos que nadie viole nuestra soberanía”, dijo a AFP uno de los asistentes, Adan Muhidin, y añadió que la medida de Israel era “una flagrante violación del derecho internacional”. Sus palabras resumieron el tono dominante entre quienes participaron en las concentraciones de la capital.
Las protestas también tuvieron lugar en otras zonas del país, entre ellas Lascanod, en el noreste; Guriceel, en el centro; y Baidoa, en el suroeste de Somalia. En esas ciudades se repitieron consignas contra Israel y llamados a rechazar cualquier forma de legitimación de Somalilandia.
“No tenemos nada en común con Israel. Decimos al pueblo de Somalilandia: no los acerquen a ustedes”, afirmó el jeque Ahmed Moalim, un líder religioso local, durante una manifestación en Guriceel. Su intervención subrayó el rechazo religioso y político expresado por sectores influyentes de la comunidad.

Somalilandia cuenta con más de tres millones de habitantes y ha mantenido durante décadas una estabilidad relativa frente al prolongado conflicto somalí. Posee moneda propia, pasaporte y fuerzas armadas, además de una ubicación estratégica en el golfo de Adén que despierta interés comercial y militar.
La región proclamó su independencia en 1991, tras el colapso del régimen de Siad Barre y el inicio del caos en Somalia. Desde entonces ha funcionado de forma autónoma, aunque el aislamiento diplomático marcó su trayectoria, pese a relaciones parciales con países como Estados Unidos y el Reino Unido.
El reconocimiento israelí generó críticas en el mundo musulmán y africano, con acusaciones de vulnerar la soberanía somalí y de fomentar división. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró esas denuncias en Estambul y declaró: “Preservar la unidad y la integridad de Somalia en todas las circunstancias tiene una importancia especial desde nuestro punto de vista. La decisión de Israel de reconocer a Somalilandia es ilegítima e inaceptable”.
Erdogan anunció además planes energéticos conjuntos con Somalia para 2026 y recordó el deterioro de los vínculos con Israel tras la guerra iniciada el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo terrorista palestino encabezó una invasión masiva del sur israelí. En contraste, en Hargeisa se registraron celebraciones con banderas israelíes.
