Miles de personas se manifestaron en Udine antes del partido clasificatorio entre Israel e Italia para la Copa del Mundo de 2026. Las marchas derivaron en enfrentamientos entre manifestantes propalestinos y la policía, que empleó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a quienes arrojaron piedras.
Más de mil agentes y personal militar fueron desplegados para vigilar la concentración. Helicópteros y drones monitorearon la zona, mientras los manifestantes permanecieron a varios kilómetros del estadio Bluenergy, sede del encuentro correspondiente al Grupo I.
Las fuerzas de seguridad establecieron puestos de control en los alrededores del estadio. Los asistentes atravesaron barreras de concreto y detectores de metales para ingresar a un partido decisivo para Italia, que busca clasificarse a su primera Copa del Mundo desde 2014.
La marcha comenzó de forma pacífica al caer la tarde. Participaron personas de distintas edades que portaban banderas palestinas y pancartas con el mensaje “muéstrale a Israel la tarjeta roja”, acompañadas por tambores y sistemas de sonido que marcaban el ritmo de la movilización.
Amer Hasan, palestino de 61 años originario de Judea y Samaria, radicado en Italia desde hace más de cuatro décadas, expresó su descontento con el contexto político. “No hay más bombas, y eso nos hace felices, pero el problema con este plan de paz es que no se habla de un Estado palestino”, afirmó.
Hasan añadió: “No se habla de autodeterminación, no se habla de Judea y Samaria ni del destino de Gaza. Parece que Gaza será gobernada por Tony Blair y Donald Trump, sin ninguna participación de los palestinos. No deberíamos estar jugando este partido porque un equipo que representa a una nación que ha cometido un genocidio está jugando”.
El manifestante, representante de las comunidades palestinas en las regiones de Veneto y Friuli-Venezia Giulia, encabezó junto a cuatro asociaciones la marcha convocada el martes, que reunió a más de 340 grupos activistas provenientes de distintas zonas de Italia.