Rusia dará una respuesta técnico-militar a Occidente si continúa con su política de comportamiento agresivo, dijo el presidente ruso Vladimir Putin en una reunión de la junta directiva del Ministerio de Defensa.
Según él, Moscú “tiene todo el derecho” a garantizar su seguridad y soberanía en medio de la amenaza de la ampliación de la infraestructura militar de la OTAN, que, si se despliega en Ucrania, reducirá a 7-10 minutos el tiempo en que los misiles enemigos pueden llegar a Moscú.
“Lo que está ocurriendo ahora, la tensión que se está desarrollando en Europa, es culpa de ellos”, dijo Putin, refiriéndose a Estados Unidos.
Según el presidente, la “supuesta victoria en la Guerra Fría” provocó un estado de euforia en Estados Unidos y condujo a una evaluación incorrecta de la situación y a decisiones erróneas: la expansión de la OTAN, la retirada del Tratado de Misiles Antibalísticos y el apoyo al separatismo en el Cáucaso Norte en la década de 1990.
“Hacen lo que quieren”, dijo Putin y continuó: “Pero lo que están haciendo ahora en el territorio de Ucrania o lo que intentan y planean hacer, no está a mil kilómetros de nuestra frontera nacional, está en el pórtico de nuestra casa. Tienen que entender que sencillamente no tenemos otro lugar donde retirarnos”.
Según Putin, los conflictos armados y el derramamiento de sangre no son en absoluto la elección de Rusia. “No queremos ese desarrollo de los acontecimientos”, aseguró Putin. “Queremos resolver las cuestiones por medios políticos y diplomáticos, y por lo menos tener garantías jurídicas claras, comprensibles, claramente establecidas”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha publicado propuestas para tales garantías. En una propuesta de acuerdo con la OTAN, que fue entregada a la subsecretaria de Estado estadounidense Karen Donfried, que visitó Moscú, el Kremlin exige que la OTAN se retire a las fronteras de 1997, lo que significa retirar las tropas y el equipo de los miembros de Europa del Este del bloque.
Rusia también exige que la OTAN detenga su ampliación, incluyendo la admisión de Georgia y Ucrania, así como que abandone “cualquier actividad militar” en el territorio de los estados de Europa del Este, los países de Transcaucasia y Asia Central.
“Esperamos obtener una respuesta clara y completa. Hay algunas señales de que los socios parecen estar dispuestos a hablar”, dijo Putin, sin especificar a qué señales se refería.
El domingo, la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, rechazó el ultimátum ruso y dijo que Moscú no tiene derecho a decidir qué países pueden o no entrar en la OTAN.
Tres días antes, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó que no había planes para un compromiso. Aseguró que Georgia y Ucrania se convertirán “eventualmente” en miembros de la OTAN de acuerdo con la decisión de la cumbre de Bucarest en 2008.
“El apoyo de la alianza a Ucrania no supone una amenaza para Rusia”, aseguró Stoltenberg.