Rusia está dando un nuevo e importante paso hacia la integración de las repúblicas no reconocidas del Donbas en su espacio económico.
El lunes, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó el decreto “Sobre la prestación de apoyo humanitario a la población de determinadas zonas de las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk”, que otorga a las empresas de las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk los mismos beneficios que a las empresas rusas.
Según el documento publicado en la página web de información jurídica del Kremlin, Rusia comenzará a reconocer los certificados de origen de los productos emitidos por la RPD y la RPL, así como a comprar sus productos con cargo al presupuesto.
Según el decreto, los productos de las repúblicas no reconocidas podrán comprarse para las necesidades gubernamentales y municipales, así como en las licitaciones de las empresas estatales “en igualdad de condiciones con los productos de origen ruso”.
Además, se anulan todas las restricciones cuantitativas (cuotas) a las importaciones procedentes de la DPR / LPR y a las exportaciones a las repúblicas no reconocidas a través de la frontera rusa.
Estas medidas se introducen “como excepción hasta el arreglo político de la situación” en el Donbás. Su objetivo es “proteger los derechos humanos y las libertades” y evitar “un mayor deterioro del nivel de vida” de la población en medio del “actual bloqueo económico y la pandemia de coronavirus”, dice el decreto.
El gobierno ruso recibió instrucciones para garantizar la aplicación de las exigencias del presidente en el plazo de un mes, incluso mediante cambios en la legislación rusa.
El decreto de Putin es “un paso muy serio hacia la integración”, dijo el representante de la RPL en el Grupo de Contacto Trilateral sobre el Donbas, Rodion Miroshnik.
“Para iniciar plenamente el proceso, las repúblicas tienen que adaptar su propia legislación a las normas de la Comunidad Económica Euroasiática”, añadió.
El 24 de abril de 2019, el presidente ruso, Vladímir Putin, emitió un decreto que permite a los residentes de los territorios del este de Ucrania que no están bajo el control de Kiev, así como a los residentes de la anexionada Crimea, obtener el pasaporte ruso mediante un procedimiento simplificado. Ucrania y sus aliados occidentales criticaron duramente el decreto.
La Rada Suprema hizo un llamamiento a varias organizaciones internacionales, así como a la UE, EE.UU. y a las misiones diplomáticas extranjeras en Ucrania para que reforzaran las sanciones contra Rusia en respuesta a la decisión de Moscú.
La administración del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, declaró en Facebook que el decreto sobre la expedición de pasaportes rusos a ciudadanos ucranianos es “la admisión por parte de Rusia de que es una potencia ocupante [en el Donbas y Ucrania]”.