El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó este miércoles que los intereses de seguridad de Rusia no son negociables, pero que está dispuesto a buscar “soluciones diplomáticas” en medio de las fuertes tensiones con Occidente por la agresión de Moscú a Ucrania.
“Los intereses de Rusia, la seguridad de nuestros ciudadanos, no son negociables para nosotros”, dijo Putin en un discurso por vídeo con motivo del Día del Defensor de la Patria, festivo en Rusia.
“Nuestro país está siempre abierto al diálogo directo y honesto para la búsqueda de soluciones diplomáticas a los problemas más complejos”, dijo.
Mientras tanto, Japón y Australia han sido los últimos países en imponer sanciones a Rusia este miércoles, anunciando estrictas penas para Moscú y personas relacionadas con la acción militar.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo en una rueda de prensa que Rusia se estaba “comportando como matones y abusones, y hay que llamarles la atención”.
Morrison dijo que las sanciones financieras selectivas y la prohibición de viajar serán la primera tanda de medidas en respuesta a la agresión rusa a Ucrania.

Australia y Rusia se imponen sanciones mutuas desde 2014. Las sanciones fueron iniciadas por Australia en protesta por la participación rusa en el conflicto de Ucrania.
El Comité de Seguridad Nacional del gabinete de Morrison aprobó sanciones y prohibiciones de viaje que apuntan a ocho miembros del Consejo de Seguridad de Rusia. También acordaron ampliar las sanciones anteriores y alinearse con Estados Unidos y Gran Bretaña apuntando a dos bancos rusos.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que su gobierno prohibirá la nueva emisión y distribución de bonos gubernamentales rusos en Japón en respuesta a las “acciones que Rusia ha estado llevando a cabo en Ucrania”.
Dijo que Japón también suspenderá la emisión de visados a las personas vinculadas a las dos regiones rebeldes ucranianas y congelará sus activos en Japón, y prohibirá el comercio con las dos zonas.

Kishida reiteró su “enérgica condena” a Rusia por violar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, así como el derecho internacional.
Los anuncios de Canberra y Tokio se produjeron un día después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara nuevas y duras sanciones contra Rusia por “comenzar” una invasión de Ucrania, pero dijo que aún había tiempo para evitar la guerra, incluso cuando Putin señaló sus planes de enviar tropas más allá de las fronteras rusas.
Biden anunció lo que llamó el “primer tramo” de las sanciones, que incluyen medidas para privar a Rusia de financiación y que apuntan a las instituciones financieras y a las “élites” del país.
Pero dejó la puerta abierta a un último esfuerzo de diplomacia para evitar una invasión rusa a gran escala.
“No hay duda de que Rusia es el agresor, así que tenemos claros los retos a los que nos enfrentamos”, dijo el presidente. “No obstante, aún estamos a tiempo de evitar el peor escenario que traerá un sufrimiento indecible a millones de personas”.
El discurso de Biden se produjo tras la ola de sanciones anunciadas por Gran Bretaña y la Unión Europea, después de que Putin reconociera las repúblicas rebeldes autoproclamadas de Donetsk y Lugansk.

Alemania también anunció que detenía la certificación del gasoducto Nord Stream 2 procedente de Rusia.
Pero Moscú dijo que el régimen de sanciones sería contraproducente.
Las sanciones lideradas por Estados Unidos “perjudicarán a los mercados financieros y energéticos mundiales”, dijo Anatoly Antonov, embajador de Rusia en Estados Unidos, en un post de Facebook, y añadió que los estadounidenses de a pie “sentirán todas las consecuencias del aumento de los precios”.
Rechazo a la diplomacia
Los planes de Putin siguen sin estar claros, pero los funcionarios occidentales llevan semanas advirtiendo de que ha estado preparando una invasión total de Ucrania, una medida que podría desencadenar una guerra catastrófica en Europa.

Sin embargo, a pesar del llamamiento de Biden a la diplomacia, Estados Unidos dio a entender que ya no cree que Rusia se tome en serio lo de evitar el conflicto, ya que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que había cancelado una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, prevista para el jueves.
“Ahora que vemos que la invasión está empezando y que Rusia ha dejado claro su rechazo total a la diplomacia, no tiene sentido seguir adelante con esa reunión”, dijo Blinken.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza tenía “todos los indicios” de que Moscú “sigue planeando un ataque a gran escala contra Ucrania”.
Kiev no dio señales de retroceder, y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, se reunió con Biden para pedirle más ayuda militar.
Biden dijo que Washington seguiría suministrando armas “defensivas” a Ucrania y desplegando más tropas estadounidenses para reforzar a los aliados de la OTAN en Europa del Este.
Kiev retiró a su principal diplomático de Moscú mientras el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, advertía de que el reconocimiento de las regiones escindidas por parte de Putin anunciaba “más agresiones militares” contra Ucrania.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, declaró que los ministros de Asuntos Exteriores de la UE “acordaron por unanimidad un primer paquete de sanciones”, al tiempo que cancelaba una reunión con su homólogo ruso.
El Reino Unido sancionó a cinco bancos rusos y a tres multimillonarios, y Canadá hizo lo propio con medidas similares.
No lo esperábamos

Un soldado ucraniano murió el martes y seis sufrieron heridas en los enfrentamientos con los rebeldes respaldados por Moscú en el este, dijo el ejército.
En la ciudad de Shchastya, en primera línea de fuego, los disparos de proyectiles sonaron alrededor de una central eléctrica mientras los residentes, temerosos, esperaban el despliegue ruso.
Un proyectil impactó durante la noche en el tejado del bloque de apartamentos de Valentyna Shmatkova, de 59 años, destrozando todas las ventanas de su apartamento de dos habitaciones.
“Pasamos la guerra en el sótano”, dijo, refiriéndose a los combates de 2014.
“Pero no esperábamos esto. Nunca pensamos que Ucrania y Rusia no acabarían poniéndose de acuerdo”.