CALLE. PETERSBURGO, Rusia (AP) – El presidente ruso, Vladímir Putin, no tiene previsto asistir al entierro del jefe mercenario Yevgueni Prigozhin tras su muerte en un accidente aéreo, informó el martes el Kremlin.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, no quiso decir dónde ni cuándo sería enterrado el jefe de la compañía militar Wagner Group, aunque algunos medios rusos sugirieron que podría tener lugar ya el martes en la ciudad natal de Prigozhin, San Petersburgo.
El medio de comunicación Fontanka de San Petersburgo y algunos otros medios dijeron que Prigozhin, de 62 años, probablemente será enterrado en el cementerio de Serafimovskoye, que se ha utilizado anteriormente para entierros de militares de alto rango. El martes, fuertes cordones policiales rodearon el cementerio, donde también están enterrados los padres de Putin. También se registró un aumento de la presencia policial en otros cementerios de la ciudad.
También se esperaba que los principales lugartenientes de Prigozhin, que murieron junto a él en el accidente del miércoles, fueran enterrados en San Petersburgo.
El principal organismo de investigación criminal del país, el Comité de Investigación, confirmó oficialmente la muerte de Prigozhin el domingo.
El Comité no explicó qué pudo haber provocado que el avión de Prigozhin se desplomara minutos después de despegar de Moscú con destino a San Petersburgo. Justo antes del accidente, Prigozhin había regresado de un viaje a África, donde pretendía ampliar las actividades de Wagner Group.
Una evaluación preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó que una explosión intencionada provocó la caída del avión, y funcionarios occidentales han apuntado a una larga lista de enemigos de Putin que han sido asesinados. El Kremlin rechazó las acusaciones occidentales de que el presidente ruso estuviera detrás del accidente como una “absoluta mentira”.
El accidente se produjo exactamente dos meses después de que Prigozhin lanzara una rebelión contra la cúpula militar rusa, llevando a sus mercenarios a tomar el cuartel general militar en la ciudad meridional de Rostov del Don y lanzando después una marcha sobre Moscú. Derribaron varios aviones militares, matando a más de una docena de pilotos.
Putin denunció la revuelta como “traición” y prometió castigar a sus autores, pero horas después llegó a un acuerdo por el que Prigozhin ponía fin al motín a cambio de una amnistía y del permiso para que él y sus tropas se trasladaran a Bielorrusia.
El segundo al mando de Prigozhin, Dmitry Utkin, así como el jefe de logística de Wagner, Valery Chekalov, también murieron en el accidente. Utkin, oficial de inteligencia militar retirado, bautizó al grupo con su nombre de guerra y dirigió las operaciones militares del grupo.
El destino de Wagner, que hasta hace poco desempeñaba un papel destacado en la campaña militar rusa en Ucrania y participaba en varios países de África y Oriente Próximo, es incierto.
Putin dijo que los combatientes de Wagner podrían firmar un contrato con el ejército ruso, trasladarse a Bielorrusia o retirarse del servicio. Varios miles se han desplegado en Bielorrusia, donde se encuentran en un campamento al sureste de la capital, Minsk.