El presidente ruso Vladimir Putin dijo que Rusia continuará desarrollando su nueva arma “pase lo que pase”. En agosto se produjo una explosión durante el ensayo de esta arma en el campo de pruebas de Nyonoksa, cerca de Severodvinsk, que causó la muerte de siete personas y emitió radiación.
Putin comentó el jueves la catástrofe en el Kremlin al conceder la Orden del Valor, que fue otorgada póstumamente a las víctimas, a sus familiares.
El presidente ruso no dijo directamente a qué tipo de arma se refería, mencionando únicamente que “no tiene parangón en el mundo” y que “su objetivo es salvaguardar la soberanía y la seguridad de Rusia durante las próximas décadas”. Según Putin, la posesión de “tecnologías únicas” es “una garantía de paz en el planeta”.
El presidente ruso había dicho anteriormente que la explosión en el campo de pruebas tuvo lugar durante los trabajos en un futuro sistema de armas. El Ministerio de Defensa ruso dijo que la explosión fue causada por un misil con una fuente de combustible isotópica.
Durante la investigación del accidente de Nyonoksa, varios medios de comunicación llegaron a la conclusión de que lo más probable es que la explosión se produjera durante un intento de recuperar un misil nuclear de Burevestnik del fondo del Mar Blanco. Putin habló sobre el desarrollo de este misil durante su discurso en la Asamblea Federal el 1 de marzo de 2018.
Funcionarios estadounidenses también han declarado que la explosión probablemente estaba relacionada con las pruebas del Burevestnik, y específicamente con un intento de recuperar un misil.
El incidente ocurrió el 8 de agosto. Siete personas fueron asesinadas, cinco empleados de Rosatom y dos miembros del Ministerio de Defensa ruso. Varios otros resultaron heridos. Al menos algunos de ellos sufrieron daños por radiación. En Severodvinsk se documentó un aumento a corto plazo de los niveles de radiación.