SOCHI, Rusia (Reuters) – El presidente Vladimir Putin le dijo el martes al secretario de Estado de los EE. UU., Mike Pompeo, que sentía que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quería genuinamente reparar las relaciones maltratadas entre Rusia y Estados Unidos.
Putin, hablando antes de las conversaciones con Pompeo, también dijo que Rusia nunca había interferido en las elecciones estadounidenses y que él y Pompeo tenían algo de qué hablar cuando se trataba de la estabilidad en los mercados energéticos mundiales.
“Como saben, hace unos días tuve el placer de hablar con el presidente estadounidense vía telefónica, y tuve la impresión de que él está dispuesto a restaurar las relaciones ruso-estadounidenses, los contactos, y resolver conjuntamente las cuestiones que representan un interés mutuo«, señaló el líder ruso. «Por nuestra parte, dijimos en repetidas ocasiones que también nos gustaría restaurar las relaciones plenamente, espero que se estén creando ahora las condiciones necesarias para esto”, agregó Putin.
Pompeo había dicho anteriormente al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, que Washington no admitiría ninguna injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, y dijo que tal movimiento dañaría seriamente las ya malas relaciones.
“Me gustaría mucho que su visita a Rusia, usted vino a nuestro país por primera vez como secretario de Estado, beneficie a nuestra relación bilateral y contribuya a su desarrollo”, afirmó Putin.
El presidente ruso destacó que planea dialogar con el secretario de Estado de Estados Unidos sobre la estabilidad en los mercados mundiales de energía, dado que Estados Unidos es un importante productor de petróleo. Añadió que “hay otras áreas de posible interacción en la esfera económica” sobre las que espera dialogar con Pompeo.
“No hubo ni pudo haber interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos”.
Asimismo, Putin comentó acerca del informe del fiscal especial Robert Mueller, señalando que es objetivo y confirma la ausencia de colusión entre Rusia y la actual Administración de Estados Unidos.
Por su parte, Pompeo acordó con el mandatario ruso en que ambos países tienen “intereses comunes y cuestiones sobre las que pueden trabajar juntos”. Según precisó el secretario de Estado de EE.UU., Washington y Moscú podrían cooperar en la resolución de la situación en torno a la península coreana, la situación en Afganistán y otras cuestiones.
El asesor de Putin, Yuri Ushakov, destacó el enfoque constructivo de Estados Unidos en las conversaciones, si bien matizó tras el encuentro que no se ha producido “un gran avance”.
El asistente presidencial también indicó que el futuro del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, no ha sido abordado en la reunión de Putin y Pompeo, mientras que el acuerdo nuclear iraní se trató brevemente e incluyó una “discusión interesante”.
Asimismo, el presidente ruso y el secretario de Estado norteamericano discutieron cuestiones de estabilidad estratégica, incluida la situación en torno al tratado START-III. La parte rusa también expresó su decepción por la retirada de Washington del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), según el asesor de Putin.
Putin y Pompeo también hablaron de forma constructiva sobre Siria, revelando aspectos en que coinciden la posición de ambos países, señaló el asistente del mandatario ruso.
Por otro lado, Ushakov subrayó que una reunión de larga duración entre Putin y Trump en Osaka (Japón) sería “beneficiosa para todos”.
La visita de Pompeo se produce a petición de Estados Unidos y se suma a la serie de reuniones de alto nivel mantenidas entre ambos países, incluidas las recientes conversaciones entre el canciller ruso y el secretario de Estado norteamericano en el marco del foro internacional del Consejo Ártico en Finlandia el pasado 6 de mayo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este lunes que planea reunirse con sus homólogos de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente, en el marco de la cumbre del G20 que se celebrará en Japón el próximo mes de junio.