El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Tayyip Erdogan, sostuvieron una conversación telefónica el lunes para rechazar enérgicamente el acto de fuerza de Israel contra Irán. Ambos líderes instaron a detener de inmediato las acciones bélicas en la región.
La declaración del Kremlin destaca la profunda inquietud de ambos mandatarios ante la intensificación de la guerra entre Irán e Israel. Este enfrentamiento ha causado numerosas víctimas y amenaza con desatar graves repercusiones a largo plazo para el Medio Oriente.
En el diálogo, los presidentes abogaron por resolver las disputas, incluido el tema del programa nuclear iraní, a través de canales políticos y diplomáticos. Rechazaron cualquier vía que perpetúe la violencia en la región.
Rusia y Turquía acordaron mantener una colaboración estrecha para abordar la crisis, según el comunicado oficial.