Israel lanzó una serie de bombardeos en Gaza en la madrugada del martes, rompiendo un frágil alto el fuego. En respuesta, Qatar y Egipto instaron a retomar las negociaciones y criticaron la escalada militar, mientras otros países de la región censuraban la ofensiva israelí.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar condenó los ataques y advirtió que las políticas de Israel podrían desestabilizar toda la región. Su primer ministro, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, demandó intervención internacional para forzar a Israel a cumplir el acuerdo de tregua firmado en enero.
Según un informe del Washington Post, Egipto y Qatar trabajan juntos para negociar un nuevo alto el fuego. Un exfuncionario egipcio afirmó que ambos países buscan una comunicación directa con Israel para pactar un cese de hostilidades urgente y coordinar el intercambio de rehenes y prisioneros. Además, El Cairo intenta que Estados Unidos presione al primer ministro Benjamin Netanyahu para aceptar la tregua.
El domingo, representantes israelíes estuvieron en Egipto negociando el alto el fuego, mientras otro equipo visitó Doha la semana pasada. El acuerdo previo permitió la liberación de 33 rehenes israelíes, incluidos ocho cuerpos, y cinco ciudadanos tailandeses, a cambio de unos 2.000 terroristas palestinos presos. Esta tregua expiró el 1 de marzo, pero la violencia no había resurgido con intensidad hasta ahora, aunque Israel bloqueó el ingreso de ayuda humanitaria tras la interrupción en la liberación de cautivos por parte de Hamás.
Egipto denunció los bombardeos israelíes como un intento de forzar la expulsión de palestinos de Gaza. Durante una conversación con el emir de Kuwait, el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sissi, rechazó la reanudación de los ataques y alertó sobre sus consecuencias. Su oficina calificó la ofensiva como parte de un esfuerzo deliberado para hacer la Franja de Gaza inhabitable.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto advirtió que esta escalada representa una grave amenaza para la estabilidad regional y exigió a la comunidad internacional frenar la agresión israelí antes de que se desate una nueva ola de violencia.
Otros países también condenaron los ataques. Jordania criticó el bombardeo “agresivo y bárbaro”, mientras que el jefe de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, calificó la ofensiva como “inhumana” y contraria a la voluntad internacional que respalda la tregua.
Turquía denunció la nueva fase de violencia como parte de la política de “genocidio” de Israel contra los palestinos y exigió una respuesta firme de la comunidad internacional. Irán también responsabilizó a Estados Unidos por la continuación de la ofensiva israelí en los territorios ocupados.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abás, instó a la comunidad internacional a obligar a Israel a cesar su “agresión” en Gaza. Su portavoz, Nabil Abu Rudeineh, y el primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, hicieron un llamado similar.
Arabia Saudita se sumó a las condenas, calificando la escalada israelí como “crímenes contra los palestinos” y exigiendo medidas inmediatas para detener la ofensiva.