Gran Bretaña y Estados Unidos dicen haber sancionado a cuatro altos cargos hutíes por su participación en el apoyo o la dirección de ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo.
Los ataques hutíes han perturbado el transporte marítimo mundial y han avivado el temor a una inflación global. También han aumentado la preocupación de que las consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás puedan desestabilizar Oriente Medio.
Los sancionados fueron el ministro de Defensa hutíes, Mohamed Nasser al-Atifi, el comandante de las fuerzas navales hutíes, Muhammad Fadl Abd al-Nabi, el jefe de las fuerzas de defensa costera, Muhammad Ali al-Qadiri, y Muhammed Ahmad al-Talibi, a quien los dos gobiernos describieron como el director de adquisiciones de las fuerzas hutíes.
“Los persistentes ataques terroristas de los hutíes contra buques mercantes y sus tripulaciones civiles (…) amenazan con interrumpir las cadenas internacionales de suministro y la libertad de navegación, que es fundamental para la seguridad, la estabilidad y la prosperidad mundiales”, declaró en un comunicado el subsecretario del Tesoro de EE. UU. para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
“La acción conjunta de hoy con el Reino Unido demuestra nuestra acción colectiva para aprovechar todas las autoridades para detener estos ataques”.
Gran Bretaña dijo que los cuatro hombres estaban implicados en actos que “amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad de Yemen.”
La acción de EE. UU. congela todos los activos radicados en EE. UU. de las personas buscadas y, en general, prohíbe a los estadounidenses tratar con ellas.