Legisladores republicanos en el Capitolio expresan su desconcierto por el comportamiento de Adam Boehler, enviado especial del presidente Donald Trump para asuntos de rehenes, tras su polémica participación en varios programas de televisión el pasado fin de semana. Su manejo de las conversaciones inéditas con Hamás y las declaraciones que ofreció generaron rechazo dentro del partido.
Fuentes del Partido Republicano revelaron a Jewish Insider que la administración decidió apartarlo del caso de los rehenes israelíes en manos de Hamás. Algunos consideran que debería ser marginado o incluso destituido de su cargo.
Las apariciones de Boehler en Fox News Sunday, State of the Union de CNN y medios israelíes desataron controversia. Durante su entrevista con Jake Tapper en CNN, el enviado especial minimizó las preocupaciones de Israel sobre el diálogo con Hamás, afirmando que el grupo terrorista está compuesto por “tipos muy agradables” y que no tienen “cuernos creciendo fuera de su cabeza”. También desestimó las inquietudes del ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, al señalar que “realmente no le importaban”. Además, insistió en que Estados Unidos no actuaba como “agente de Israel” y sugirió que podrían realizarse futuras negociaciones con Hamás, argumentando que “a veces, simplemente estás en la zona y pasas por allí”. Tras la ola de críticas, intentó aclarar sus comentarios en redes sociales.
Luego de estas declaraciones, Boehler sostuvo reuniones con legisladores republicanos proisraelíes para abordar sus preocupaciones, pero estas conversaciones fueron calificadas como improductivas. Según un senador republicano, el enviado no parece comprender la magnitud del problema. “Es como si estuviera en el país de Nunca Jamás”, expresó un aliado de la Casa Blanca.
La controversia generó rumores dentro del Partido Republicano, según comentó un senador de alto rango. Ante la presión, funcionarios de la administración Trump aseguraron a líderes en Jerusalén y a republicanos proisraelíes en Washington que Boehler ya no participará en la gestión de los rehenes israelíes. “Ha perdido toda la confianza”, afirmó un senador.
Sin embargo, algunos republicanos consideran insuficiente su remoción de este caso. Aunque no han pedido públicamente su destitución, un número creciente de legisladores cuestiona su idoneidad para seguir en la administración. “No entiendo por qué seguiríamos confiándole algo después de lo que vimos”, opinó un senador republicano.
Otro legislador celebró que Boehler esté siendo marginado, aunque desconoce el alcance de esta medida. “Fue un desastre. Me agrada Adam, pero hay que apartarlo”, afirmó.
Un senador republicano expresó su inquietud ante la actitud de Boehler tras reunirse con Hamás. “Es preocupante que alguien pueda sentarse con ellos y luego decir que son tipos agradables. Es un comentario absurdo”, declaró, agregando que su comportamiento ha generado desconfianza, por lo que ni siquiera consideró hablar con él para aclaraciones.
El proceso de confirmación de Boehler como embajador para asuntos de rehenes requiere la aprobación del Senado, y la creciente desconfianza entre los republicanos podría complicar su ratificación. Hasta el momento, su audiencia de confirmación no ha sido programada. Actualmente, ejerce como enviado especial para rehenes sin necesidad de confirmación.