Rusia dijo el sábado que sus tropas podrían atacar los envíos de armas occidentales en Ucrania, donde el ejército ruso avanza desde finales de febrero.
“Advertimos a Estados Unidos de que el bombeo orquestado de armas desde una serie de países no sólo es una maniobra peligrosa, sino que convierte a estos convoyes en objetivos legítimos”, declaró el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, a la televisión estatal.
Dijo que Moscú había advertido “sobre las consecuencias de la transferencia irreflexiva a Ucrania de armas como sistemas de defensa aérea portátiles, sistemas de misiles antitanque, etc.”.
Ryabkov dijo que Washington no había tomado en serio las advertencias de Moscú y añadió que Rusia y Estados Unidos no estaban llevando a cabo ningún “proceso de negociación” sobre Ucrania.
También denunció las sanciones estadounidenses contra Moscú como un “intento sin precedentes de asestar un duro golpe a varios sectores de la economía rusa”, pero señaló que Moscú actuará de forma comedida para no perjudicarse a sí misma.
Ryabkov dijo que Rusia no tiene intención de expulsar a los medios de comunicación y las empresas occidentales en medio de las crecientes tensiones con Occidente, y añadió que “no vamos a escalar la situación”.
El Senado de EE.UU. aprobó el viernes una ayuda de 13.600 millones de dólares para Ucrania que se destinará a armar y equipar al país, junto con los costes del Pentágono por el envío de tropas estadounidenses a otras naciones de Europa del Este temerosas de la guerra de al lado.
Gran parte del resto incluía ayuda humanitaria y económica, el refuerzo de las defensas de los aliados regionales y la protección de sus suministros energéticos y necesidades de ciberseguridad.
Una ayuda militar de emergencia sin precedentes de 350 millones de dólares, anunciada a finales de febrero, ya ha sido entregada a las fuerzas ucranianas en forma de misiles antiaéreos Stinger y misiles antitanque portátiles Javelin.