Rusia se prepara para ampliar su presencia militar en Oriente Medio colaborando con Irán, a quien Estados Unidos impuso un embargo petrolero completo en 2019.
Dos puertos iraníes, Bushhehr en el sur y Chabahar en el sureste, se convertirán en bases de avanzada para la Armada rusa que incluso serán utilizadas por submarinos nucleares, informa OilPrice, citando fuentes de alto rango en Teherán.
Bushehr también servirá de base para que las Fuerzas Aeroespaciales Rusas puedan estacionar a los cazas Su-37 y Su-57. También hay planes para estacionar un contingente de tropas rusas allí, incluyendo fuerzas especiales, que estarán allí bajo el mismo pretexto utilizado en Siria y Líbano – técnicamente estarán allí como “asesores” del ejército iraní.
Un memorando sobre el aumento de la cooperación militar entre el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes y el Ministerio de Defensa ruso servirá de base legal para el establecimiento por parte de Rusia de este nuevo puesto de avanzada permanente en Oriente Medio, en las inmediaciones de los principales aliados de Estados Unidos en la región.
La firma del documento fue anunciada el 29 de julio por Hossein Khanzadi, comandante de la armada iraní, después de visitar San Petersburgo para asistir a la celebración del Día de la Marina Rusa.
“Este es un punto de inflexión en las relaciones entre Teherán y Moscú en materia de defensa”, dijo Khanzadi a Mehr en una entrevista. Como prueba, las dos armadas realizarán ejercicios conjuntos en el norte del océano Índico, incluyendo el Estrecho de Ormuz, una “arteria petrolera” clave para los países de la OPEP, a través de la cual pasa un tercio del suministro mundial de petróleo. Está previsto que los ejercicios se celebren a principios de 2020.
Además de la cooperación militar, Teherán recibirá ayuda financiera de Moscú como parte del acuerdo. La ayuda incluirá inversiones en el desarrollo de campos petrolíferos abandonados por empresas occidentales tras las sanciones, según fuentes de OilPrice.
En 2019, Irán espera un préstamo de 5.000 millones de dólares de Rusia. Los fondos ya están incluidos en el presupuesto de la República Islámica para el año 1398 según el calendario persa (que comenzó el 21 de marzo de 2019). Se espera que los fondos se utilicen en proyectos de infraestructura, incluyendo energía nuclear, transporte ferroviario, y la construcción de presas, redes de irrigación y tuberías de agua.
Aunque los intentos anteriores de Rusia de colaborar con Irán no han tenido éxito, y Moscú y Teherán todavía están en una disputa sobre los derechos al gas en el Mar Caspio, el acuerdo ha sido apoyado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y el líder supremo, el ayatolá Khamenei.
“Si no puedes comprar comida en un supermercado a 10 millas de ti, no tienes otra opción que ir a la tienda de la esquina, no importa lo mal que esté”, observó un alto funcionario iraní, refiriéndose a la naturaleza de la colaboración con Rusia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso sigue apoyando a Irán en el frente diplomático. El 29 de julio, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Sergey Ryabkov apoyó la decisión de Teherán de reanudar el enriquecimiento de uranio tras las recientes sanciones estadounidenses.
“Podemos entender qué motivó a los iraníes a adoptar este método para influir en la mentalidad de los demás participantes en el acuerdo”, comentó.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, acusó a Washington de intentar derrocar el régimen actual de Irán y predijo una “catástrofe” para Estados Unidos en caso del uso de la fuerza.