Rusia ha desplegado tanques y tropas en la frontera con Afganistán, donde los talibanes continúan su ofensiva tras la retirada de tropas estadounidenses.
Las tripulaciones de tanques de la base militar 201 de Tayikistán realizaron una marcha de 200 kilómetros desde el campo de entrenamiento de Lyaur hasta el campo de entrenamiento de Kharb-Maydon, fronterizo con Afganistán, informa Interfax con referencia al servicio de prensa del Distrito Militar Central ruso.
Las unidades de carros de combate rusas participarán en las maniobras conjuntas con Tayikistán y Uzbekistán, previstas para los días 5 a 10 de agosto.
Según el mando militar ruso, las tripulaciones de los carros de combate trabajaron en la protección de las tropas en el terreno escarpado, se entrenaron en el rechazo de los ataques de los grupos de sabotaje y reconocimiento y en el apoyo de los aviones “enemigos”. Posteriormente, las tripulaciones comenzaron a establecer posiciones fortificadas y refugios para los vehículos de combate.
El servicio de prensa del Distrito Militar Central de Rusia declaró que el escenario de los ejercicios es “prepararse para el combate como parte de un grupo conjunto de tropas para derrotar a los destacamentos de grupos armados ilegales que invadieron el territorio del Estado amigo”, dijo Alexander Lapin, comandante del Distrito Militar Central.
Además de las unidades de la base militar 201, participarán en los ejercicios tropas de defensa química y biológica y unidades móviles de guerra electrónica, informa Kommersant. El despliegue de los tanques tuvo lugar después de que fracasaran las conversaciones de paz entre los talibanes y los representantes del gobierno afgano en Doha.
Las dos delegaciones no pudieron acordar un alto el fuego a corto plazo durante la festividad musulmana de Eid al-Adha ni la liberación de prisioneros.
Los talibanes, que afirman controlar el 85% de Afganistán, están intensificando el ritmo de la ofensiva, según declaró a la CNN una fuente de la inteligencia estadounidense.
Según él, el ejército estadounidense teme que los talibanes bloqueen los canales de suministro al gobierno afgano, tras lo cual el control del gobierno sobre el país se perderá casi por completo.
Tras alcanzar la frontera con Tayikistán a finales de junio y tomar el control de los puestos de control más importantes del río Panj, a mediados de junio los talibanes se acercaron a la frontera pakistaní, capturando el paso fronterizo de Spin-Boldak.
El 8 de julio, una delegación talibán llegó a Moscú para mantener conversaciones con el gobierno ruso, donde los representantes talibanes pidieron a los diplomáticos rusos que se convirtieran en defensores del levantamiento de las sanciones.
“Les pedimos la retirada de la lista de sanciones (del Consejo de Seguridad de la ONU)”, dijo a RIA Novosti Suhail Shaheen, representante de la oficina política de los talibanes en Doha.
“Al mismo tiempo, la parte rusa reiteró que no aceptaría la restauración del emirato islámico en Afganistán”, dijo Zamir Kabulov, representante especial del presidente ruso para Afganistán.
“Y estuvieron de acuerdo: ‘Sí, ciertamente preferimos el emirato islámico, pero estamos dispuestos a negociar y hablar con la amplia representación afgana, incluidos los representantes de la actual administración de Kabul’”, dijo Kabulov.