Rusia acusó el martes a la inteligencia militar ucraniana de haber organizado un ataque a un gasoducto de gas natural en Crimea a finales del mes pasado, en una nueva escalada de las tensiones entre Moscú y Kiev.
Rusia se anexionó Crimea de Ucrania en 2014, tensando las relaciones bilaterales entre uno de los principales proveedores de gas natural de Europa, Rusia, y uno de los principales países de tránsito del gas, Ucrania.
La anexión de Crimea fue criticada por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que impusieron sanciones a Rusia por el acto de 2014. Las sanciones de Estados Unidos incluyen sanciones a partes de la industria del petróleo y el gas en Rusia. Dichas sanciones prohíben el suministro de servicios o tecnología en apoyo de la exploración o producción de proyectos en aguas profundas, en el Ártico o en esquisto.
Hoy, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia, FSB, dijo en un comunicado que el sabotaje de un gasoducto el 23 de agosto en Crimea fue organizado por la unidad de inteligencia militar del Ministerio de Defensa de Ucrania y la organización Mejlis Crimean Tatars, que está prohibida en Rusia.
Muchos tártaros de Crimea se oponen a la anexión rusa de Crimea.
Según el FSB ruso, la inteligencia militar ucraniana prometió a los autores un pago de 2.000 dólares para sabotear el gasoducto de Crimea.
“La inteligencia militar ucraniana prometió pagarles unos 2.000 dólares por el ataque subversivo. Un artefacto explosivo fue llevado en secreto a Crimea en julio. El atentado fue planeado para el Día de la Independencia de Ucrania”, dijo el servicio de seguridad ruso en su declaración.
Los sospechosos han sido detenidos por el sabotaje, y algunos han hecho confesiones, informa la agencia de noticias rusa TASS.
“Nos pidieron que voláramos un gasoducto en Perevalnoye, nos enseñaron el artefacto explosivo y nos dijeron lo que teníamos que hacer con él”, dijo uno de los detenidos sobre el encuentro con un hombre en Ucrania antes del sabotaje.