El alcalde de Moscú invitó a los residentes el miércoles a unirse a las pruebas de una vacuna contra el coronavirus que Rusia aprobó para su uso a principios de este mes en lo que los funcionarios describieron como un gran avance a la par del lanzamiento del primer satélite del mundo por parte de la Unión Soviética en 1957.
La primera vacuna contra el coronavirus en el mundo que ha recibido el visto bueno del gobierno ha causado inquietud entre los expertos médicos internacionales, que calificaron la rápida aprobación de Rusia y el hecho de no compartir ningún dato que apoye las afirmaciones sobre la eficacia de la vacuna como una importante violación del protocolo científico.
Los científicos de todo el mundo afirman que cualquier vacuna de uso generalizado debe ser probada primero en ensayos avanzados en los que participen decenas de miles de personas para demostrar que es segura y eficaz antes de obtener la licencia.
En su invitación a los residentes de la capital rusa, el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, pareció anunciar que pronto se pondrían en marcha ese tipo de estudios amplios. Añadió que la “investigación post-registro” durará seis meses e involucrará a 40 mil personas.
Sobyanin alentó a los residentes de Moscú a inscribirse, argumentando que la vacuna se basaba en investigaciones anteriores de larga data y que se había demostrado que era segura.
“Todos estábamos ansiosos por ver la creación de una vacuna, y ahora la tenemos”, mencionó Sobyanin. “Ahora, los residentes de Moscú tienen una oportunidad única de convertirse en los principales participantes en la investigación clínica que ayudará a derrotar al coronavirus”.
Los científicos de la Organización Mundial de la Salud informaron la semana pasada que, aunque habían iniciado conversaciones con Rusia sobre su vacuna, aún no habían recibido ningún dato detallado sobre ella.
Al anunciar la aprobación de la vacuna el 11 de agosto, el presidente ruso Vladimir Putin señaló que una de sus dos hijas adultas ya había sido inoculada con ella. Indicó que la vacuna fue sometida a las pruebas necesarias y que se demostró que proporcionaba una inmunidad duradera al coronavirus, aunque las autoridades rusas no han ofrecido ninguna prueba que respalde las afirmaciones de seguridad o eficacia.
Los expertos advierten que el uso de una vacuna no probada que aún no ha demostrado ser segura o eficaz podría en última instancia socavar la respuesta a la pandemia y causar más desconfianza entre las personas sobre si deben o no vacunarse.
Hasta el miércoles, Rusia había reportado un total de más de 970 mil casos de virus confirmados y 16 683 muertes. Las autoridades rusas han manifestado que la vacuna estaría inicialmente disponible para los grupos de alto riesgo, incluyendo los trabajadores médicos y los maestros antes de que se use ampliamente.
La vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya en Moscú con la ayuda del Ministerio de Defensa de Rusia utiliza un virus diferente, el adenovirus común causante del resfriado, que ha sido modificado para llevar los genes de la proteína “spike” que recubre el coronavirus, como una forma de preparar al cuerpo para reconocer si una infección real de la COVID-19 aparece.
Se trata de una tecnología similar a las vacunas que están desarrollando la empresa china CanSino Biologics y las universidades británicas de Oxford y AstraZeneca, pero a diferencia de esas empresas, los científicos rusos no han publicado ninguna información científica sobre el rendimiento de la vacuna en pruebas con animales o en estudios iniciales con humanos.
Putin afrimó que una de sus hijas ha recibido dos dosis, y que tuvo efectos secundarios menores como fiebre leve, y que “se sentía bien y tenía un alto número de anticuerpos”.
Sin embargo, muchos expertos internacionales se mostraron escépticos ya que las tomas experimentales hasta ahora se han probado en solo unas pocas docenas de personas y no hay pruebas científicas publicadas que respalden las afirmaciones oficiales de su eficacia.
El Ministerio de Salud ruso anunció en un comunicado el martes que se espera que la vacuna proporcione inmunidad contra el coronavirus por hasta dos años, citando su experiencia con vacunas hechas con tecnología similar.
Convertirse en el primer país del mundo en aprobar una vacuna fue una cuestión de prestigio nacional para el Kremlin en su intento de afirmar la imagen de Rusia como una potencia mundial. Putin elogió repetidamente la respuesta eficaz de Rusia al brote en discursos televisados a la nación, mientras que algunos de los principales funcionarios de Moscú, incluido el primer ministro del país y el propio portavoz de Putin, se infectaron.
El mes pasado, Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá acusaron a Rusia de utilizar piratas informáticos para robar la investigación sobre vacunas de los laboratorios occidentales. Rusia ha negado su participación.
Varias vacunas, incluyendo las desarrolladas por Oxford y los Institutos Nacionales de Salud de los Esatdos Unidos, están actualmente en pruebas avanzadas y esperan tener resultados a finales de este año.