Mercenarios de Rusia han sido enviados a Venezuela en los últimos días para proteger a Nicholás Maduro, dijeron dos fuentes cercanas a las fuerzas secretas conocidas como Wagner. Una tercera fuente dijo que efectivamente había un poder de mercenarios en Venezuela, pero él no sabía cuándo llegaron y cuál era su papel.
La llegada de los mercenarios sigue a las amenazas de los Estados Unidos de actuar contra el presidente socialista tras el reconocimiento del líder opositor Juan Guaidó como presidente interino. Rusia, que respalda al gobierno socialista, prometió esta semana permanecer de su lado después de las manifestaciones de oposición y el reconocimiento de Guaidó como el presidente interino por parte de los Estados Unidos y muchos países de la región y Occidente.
El líder de una unidad de cosacos vinculada a Rusia, dijo que había oído que puede haber 40 mercenarios rusos en Venezuela. Sin embargo, otro factor afirmó que su número es menor. El Ministerio de Defensa de Rusia y el Ministerio de Inteligencia de Venezuela no respondieron a los detalles. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió que “no tenemos esa información”.
Rusia advirtió ayer a Estados Unidos contra la intervención en Venezuela luego de que la administración estadounidense reconoció a Guaidó como presidente interino. El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo que ese escenario sería una “catástrofe”. Nicolás Maduro es uno de los aliados más cercanos de Rusia, que según los informes a fines del año pasado, están considerando establecer una base militar en América del Sur.
Ryabkov dijo que Moscú apoya a Caracas para proteger la soberanía de Venezuela y su política de “no injerencia” en sus asuntos internos. Añadió que Rusia espera que Estados Unidos y otros países aumenten su presión sobre Nicolás Maduro, quien fue declarado ganador el año pasado a pesar de las denuncias de fraude de la oposición. Advirtió que tal movimiento llevaría a un derramamiento de sangre.
Mientras tanto, el gobierno de los Estados Unidos ha dado instrucciones a los diplomáticos y al personal no esencial de la embajada de Venezuela para que abandone el país dividido. Según el Departamento de Estado, los Estados Unidos solo toman medidas de seguridad y la Embajada en la capital, Caracas, permanecerá abierta.
La medida se realizó a la sombra del rechazo del presidente Donald Trump a la orden del presidente Maduro, que ordenó a todos los diplomáticos estadounidenses abandonar el país para el fin de semana. Según la administración de los Estados Unidos, la orden de Nicolás Maduro es ilegal porque Estados Unidos no lo reconoce como el líder legítimo de Venezuela y; por lo tanto, no tiene autoridad para expulsar a los diplomáticos estadounidenses.
Después de que Trump anunció el lunes que el líder opositor de Venezuela y el líder del parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien juró lealtad y se declaró a sí mismo presidente, era el presidente provisional y legítimo del país, Maduro decidió cortar sus relaciones con Washington.