Rusia pidió el domingo al G20 que deje de hablar de seguridad y se centre en los problemas socioeconómicos más acuciantes del mundo, antes de una cumbre que estará dominada por las críticas de Occidente a la invasión de Rusia en Ucrania.
El G20 -un grupo de las mayores economías del mundo que representan más del 80% del PIB mundial- se reunirá esta semana en la isla indonesia de Bali, y se espera que los líderes occidentales, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechen este foro de alto nivel para criticar públicamente a Rusia por la guerra en Ucrania.
La postura de Rusia en el G20
En un comunicado emitido antes de la cumbre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que era “fundamentalmente importante que el G20 concentre sus esfuerzos en las amenazas reales, y no en las imaginarias”.
Y añadió: “Estamos convencidos de que el G20 está llamado a ocuparse de los problemas socioeconómicos. Ampliar su agenda a áreas de paz y seguridad, de las que muchos países hablan, no es viable. Sería una incursión directa en el mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y socavará la atmósfera de confianza y cooperación en el G20”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, encabezará la delegación rusa en la cumbre -la primera desde que Moscú invadió Ucrania en febrero- después de que el Kremlin dijera que el presidente Vladimir Putin estaba demasiado ocupado para asistir.
El domingo, Lavrov reprendió a Occidente por tratar de “militarizar” el sudeste asiático, en unos comentarios que preparan el terreno para una confrontación potencialmente tensa en el G20.
Rusia dijo que la crisis alimentaria mundial formaría una parte clave de la agenda en Bali, que cae justo días antes de que el histórico acuerdo sobre los cereales del Mar Negro pueda expirar el 19 de noviembre.
Moscú pide a Occidente que alivie algunas sanciones que, según dice, bloquean las cruciales exportaciones agrícolas y de fertilizantes, y hasta ahora se ha negado a comprometerse a prorrogar el acuerdo, que facilita las exportaciones de grano desde los puertos del sur de Ucrania.